Jaime Zambrano
El arzobispo de Puebla, Víctor Sánchez Espinosa, colocó el primer signo episcopal al religioso poblano, un solideo, a Miguel Ángel Castro Muñoz, obispo electo de la diócesis de Huajuapan de León, Oaxaca, quien tomará posesión de su cargo en un par de meses.
Dentro de la religión católica, el solideo, palabra que proviene del latín “soli Deo” que quiere decir, sólo a Dios, es un casquete que portan los obispos para cubrirse la cabeza. La prenda religiosa solo se la quitan los obispos ante Dios, ante el Santísimo Sacramento y durante la misa.
“Lo felicitamos y le ponemos a penas un signo episcopal. El día de su ordenación recibe los signos propios de su episcopado que son el anillo que significa como en el caso de los matrimonios, que tiene un signo esponsal, se desposa con su iglesia que será Huajuapan de León, su báculo de pastor, pastor de esa iglesia diocesana y pastor de la iglesia universal y su mitra como cabeza de esa iglesia particular”, apuntó.
En el marco de la misa Crismal que se realizó en la Basílica Catedral de Puebla, Sánchez Espinosa resaltó que Castro Muñoz, quien fue nombrado por el Papa obispo de la diócesis de Huajuapan de León el pasado 27 de marzo, es un destacado religioso y ahora comenzará el proceso para dejar la parroquia del templo Jesús Buen Pastor de la unidad habitacional Manuel Rivera Anaya en la Angelópolis, para tomar posesión de su nuevo cargo.
“El Señor nos bendice y el santo padre nos da una palmadita de consuelo al elegir a uno de nuestro presbiterio, el padre Miguel Ángel Castro Muñoz, como nuevo obispo de Huajuapan de León Oaxaca, lo felicitamos y le pedimos a Dios que lo bendiga en su nuevo ministerio. Pasarán, aproximadamente, unos dos meses para que el padre deje su parroquia en la Rivera Anaya Jesús Buen Pastor y se traslade a su nueva iglesia, Huajuapan de León, que es una diócesis que es forma parte de nuestra provincia eclesiástica”, apuntó.
En su momento, Castro Muñoz resaltó que inspirado en la advocación de Jesucristo, el Señor de los Corazones, buscará seguir trabajando para los fieles y al servicio de los más necesitados en Huejuapan de León, Oaxaca.
“Ojalá que el Señor nos conceda pronto, podernos conocer, tratar de manera personal. Quiero reconocer la labor de mis hermanos sacerdotes, diáconos, seminaristas, agentes de pastoral, todo lo que han venido trabajando pastoralmente desde la ausencia del obispo de Huajuapan, Teodoro Enrique Pino Miranda, quien partió a la casa del padre. Ojalá que podamos dar continuidad a su obra que vino haciendo por muchos años, para eso deberé saber escuchar, saber discernir”, expresó.