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Ciudades con más espíritu navideño

Las Navidades son la excusa perfecta para preparar la maleta y hacer el último viaje del año. Hoy te dejamos un recuento de las ciudades con más espíritu navideño.

Da igual si ya has estado en Nueva York, Londres, Québec o Berlín en otra época. Si vuelves en Navidad, es como si lo hicieras por primera vez. Y es que, durante estos días, las ciudades se transforman por completo y sacan a relucir sus mejores galas y tradiciones.

Salzburgo

No hay mejor Navidad alpina como la que se vive en Salzburgo. La ciudad austriaca ofrece desde los tradicionales pasacalles de los diabólicos Krampus y Perchten que van dando pequeños azotes de la suerte –por cierto, dan mucho miedo– a conciertos y recitales de literatura. Pero no solo eso: la ciudad que vió nacer a Mozart y al famoso villancico Noche de Paz es también una verdadera joya barroca donde la música se siente en todos los rincones. Aquí se viene a disfrutar y sobre todo a cantar.

Nueva York

Apuesta por un clásico y, en Nueva York, patina sobre hielo y adéntrate en sus escaparates repletos de magia navideña. De noche (todavía más bonito) y al son del Jingle Bells, piérdete en sus calles y vive en primera persona una navidad de cine.

Berlín

Al menos una vez en la vida hay que disfrutar de una navidad a la alemana. ¿Y qué mejor lugar que Berlín? La ciudad más monumental e histórica del país ofrece unas fiestas donde las luces de colores rivalizan con el manto blanco de la nieve en las calles.

Para combatir el frío, no hay nada mejor que pedir unas típicas bratwurst acompañadas de vino caliente en un puesto callejero. Para los shopaholic de regalos navideños, hay más de medio centenar de weihnachtsmarkt (mercados navideños) repartidos por toda la ciudad.

Bratislava

El casco histórico de Bratislava parece el escenario de un cuento de Navidad. Su laberinto de calles empedradas y plazuelas con el castillo presidiendo en lo alto de una colina nos invitan a perdernos en la ciudad. En uno de sus coquetos cafés podemos probar los deliciosos pastelitos navideños a precios muy razonables. Y en el mercado de la Plaza Mayor, comprar alguna artesanía típica para llevarnos de recuerdo.

Londres

Londres es otra de las capitales europeas donde merece la pena viajar en Navidad. La ciudad brilla literalmente con todas las guirnaldas y juegos de luces iluminando parques, calles y centros comerciales. El más famoso: Harrods, su fachada es todo un espectáculo en sí mismo.

El árbol navideño de Trafalgar Square, la pista de hielo bajo el London Eye (Eyeskate) o el mercado de Navidad Winter Wonderland en el corazón de Hyde Park son solo algunos de los alicientes para vivir estas fechas como un verdadero londinense. Para los golosos, es una buena época para probar el Christmas pudding inglés.

Madrid

Madrid es otra ciudad que empapa sus calles de un gran espíritu navideño. La Puerta del Sol con su gran árbol de Navidad iluminado es una cita obligatoria para despedir el año por todo lo alto. Hasta entonces, la fiesta está en el tradicional mercado de la Plaza Mayor, donde las pelucas, los disfraces y los artículos de broma convierten el lugar en un verdadero Carnaval. Para terminar bien la noche, lo mejor es llenar el estómago con una buena ruta de tapeo o calentarnos disfrutando de un buen chocolate con churros en la cafetería de San Ginés.

Estocolmo

En Estocolmo, el frío se combate con vino caliente especiado y deliciosas galletas de jengibre. En el casco antiguo de la ciudad, el mercado de Gamla Stan es el escenario perfecto para descubrir la esencia de la navidad escandinava.

Sídney

Con temperaturas que rondan los 30º, disfruta del espectáculo protagonizado por atrevidos surfistas vestidos de Papá Noel en las playas de Bondi Beach, en Sidney. En la víspera de Navidad, al caer la noche e iluminados tan solo por la luz de las velas, llega el momento de cantar villancicos y de compartir la tradicional cena de navidad.

Viena

“Frohe Weihnachten”, dice un cartel de luces a la entrada del mercado Christkindlmarkt de la Rathausplatz de Viena, uno de los más emblemáticos de la ciudad. Aunque no el único. Viena cuenta con una decena de pintorescos mercados navideños, muchos de ellos con más de 700 años de tradición. La nieve junto a edificios tan emblemáticos como el Palacio de Schönbrunn, la Karlskirche, el Palacio Belvedere o el Ayuntamiento ofrecen el mejor decorado de cuento para la hermosa ciudad de la Emperatriz Sisí.

Barcelona

Cuando pensamos en la Navidad y en Barcelona nos viene a la mente un simpático personaje de la tradición catalana: el caganer. Ningún personaje se libra de enseñar su trasero: desde Mick Jagger a Superman, pasando por Darth Vader o el Papa Francisco. En la Ciudad Condal es posible encontrar cualquier caganer que queramos para colocarlo en nuestro Belén; también veremos alguno posando en el tradicional pesebre de la Plaza Sant Jaume o expuestos en el mercadillo navideño de la Plaza de la Catedral.

Medellín

Si midiéramos el espíritu navideño por la cantidad de luces que decoran una ciudad, diríamos que Medellín es una de las ciudades más navideñas del Planeta. Su tradicional alumbrado es todo un festival de color que hace brillar la ciudad más que nunca. Dicen que es uno de los diez alumbrados más bonitos del mundo. Y no lo dudamos. Para quienes sean sensibles a la luz, mejor echar a la maleta unas gafas de sol (por si acaso) .

Québec

Québec es un destino perfecto para disfrutar de unas navidades realmente blancas. Una fina capa de nieve sirve de alfombra por toda la ciudad. Aquí los villancicos se cantan en francés y en inglés, mientras los mercados navideños ofrecen artesanías y los mejores manjares culinarios de Canadá: vinos, sidras, quesos y hasta marisco.

Las navidades canadienses son también unas fiestas muy dulces: destacan los barley candies, unos caramelos a base de malta con formas navideñas, y los chicken bones, huesos de pollo rosados con sabor a canela y chocolate. ¡Deliciosos!

Río de Janeiro

Alegría y diversión al sol de ritmos populares que invitan a la fiesta. Libre de cualquier abrigo, contempla el árbol más grande del mundo en la laguna de Rodrigo de Freitas, en Río de Janeiro.

Praga

No hace faltan efectos especiales en Praga, la nieve cubre la ciudad checa cada Navidad aportando un encanto especial a sus mercadillos callejeros, instalados en las plazas de la Ciudad Vieja, de Wenceslao, Náměstí Republiky y de Havel, este último el más peculiar de todos dado que se celebra desde la Edad Media. También merecen una visita el Callejón del Oro –con el muérdago decorando las puertas de las casas–, el Belén de Staroměstské náměstí y la torre del Antiguo Ayuntamiento, para ver desde las alturas el árbol de Navidad gigante rodeado de casitas de madera iluminadas.

París

París engalana todos sus monumentos con la llegada de la Navidad. La Ciudad de la Luz brilla más que nunca y por eso no podíamos olvidarnos de ella en ese ranking navideño. Es memorable ver los Campos Elíseos iluminados, al igual que los grandes almacenes como Printemps y Lafayette o la gran noria de la Plaza de la Concordia. Para celebrar bien los últimos días del año, nada mejor que una romántica cena en uno de los restaurantes de la Torre Eiffel. Las vistas sobre la ciudad seguro que nos dejan boquiabiertos.

Montreux

La ciudad suiza de Montreux se transforma durante los meses de diciembre y enero para recibir al visitante con el mejor espíritu navideño: ya sea en la casa de Papá Noel, encaramada en lo alto de la montaña Rochers-de-Naye, en su Mercado de Navidad, instalado a lo largo del paseo junto al lago Lemán, o dentro de los muros del legendario Castillo de Chillon.

Bangkok

La Navidad es la época del año en la que los hoteles de Bangkok suelen alcanzar su máxima ocupación, y esto es por algo: es por la deslumbrante decoración de sus centros comerciales, por los espectaculares fuegos artificiales con los que reciben al Año Nuevo, por las luces navideñas que recubren los edificios, árboles y elementos urbanos –hasta los tuk-tuks están revestido por decenas de bombillas de colores– y por esos puestos de comida en los que las tradiciones gastronómicas tailandesas se entremezclan con las occidentales.

Bernsville

Fue William M. Koziar quien comenzó a decorar su casa en Bernsville de manera escandalosa allá por el año 1948, a la que rápidamente le dieron el apodo de ‘La Casa de Navidad’. Hoy, esta granja, transformada en el pueblo navideño de Koziar, se ha convertido en una de las mejores exhibiciones de luces de Navidad de todo Estados Unidos y en una de las 10 principales atracciones turísticas del estado de Pensilvania.

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Aline Paz
Me considero una mujer librepensadora, sin ganas de convencer a nadie, pero con ánimo de cuestionar. Licenciada en Filosofía por BUAP y Maestra en Alta Dirección e Inteligencia Estratégica. En el ámbito educativo participé en diversos congresos académicos como revisora y ponente; además, colaboré con edición y artículos en revistas universitarias y empresariales. Así como en revistas independientes, culturales y de cine. En el ámbito laboral me he desempeñado en el sector público, en un área que me gusta, dependencias de asistencia social, en los tres órganos de gobierno, en temas de planeación y evaluación. En Revista Única soy miembro fundador y colaboro en las secciones de Sexualidad, Travel, Cultura, Tecnología y, con especial convicción, en temas de Feminismo.

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