- El Auditorio GNP Seguros de Puebla fue testigo de una noche inolvidable.
Poco antes de las 9 de la noche, las luces del recinto se apagaron y el ánimo del público marcó el inicio del concierto de Cazzu con el poderoso tema “Ódiame”.
Así comenzó el último capítulo de la gira «Latinaje» de Julieta, una artista que llenó escenarios con su carisma y su talento, pero también abrazó corazones con su empatía y humanidad.
«La Jefa” cerró su recorrido por México en grande, luego de haber agotado dos fechas en el Auditorio Nacional de la Ciudad de México y presentarse con rotundo éxito en Guadalajara y Monterrey.
En Puebla, el auditorio lució completamente lleno; miles de fans corearon cada palabra, cada verso, cada gesto de una artista que se ha ganado el respeto y el cariño del público mexicano.
Cazzu y un gesto solidario que conmovió a todos
Horas antes del show, Cazzu lanzó un llamado especial: pidió a quienes asistirían al concierto llevar víveres para donar a las personas afectadas por las recientes inundaciones en la Sierra Norte de Puebla.
El Auditorio se convirtió así en un punto de encuentro para celebrar la música, pero también para demostrar empatía y unión.
Momentos de energía, emoción y ternura
Durante el concierto, Cazzu interpretó temas como “Dolce”, “Mala Suerte” y “La Cueva”, logrando que el público se mantuviera de pie durante casi todo el espectáculo.
Sin embargo, uno de los momentos más emotivos de la noche llegó cuando la cantante contó la historia de Francisca, una fan que padece una enfermedad terminal y cuyo deseo era asistir a su concierto
Conmovida, Cazzu le dedicó “Pobrecito mi patrón” e insinuó que se reuniría con ella al finalizar el show.
Cazzu también recordó su primer concierto en ese mismo recinto, cuando —según sus palabras— “eran poquitas personas”.
Hoy, ver el auditorio repleto fue para ella una muestra del crecimiento, la lealtad y el amor que ha cosechado en el camino.
Cazzu, Latinaje y un cierre lleno de sorpresas
Siempre cercana a su público, Cazzu no dudó en consentir a sus fans.
Un ejemplo fue cuando notó a una pareja vestida de unicornios en el segundo nivel y pidió que los invitaran al ruedo para disfrutar más cerca del espectáculo.
Otro instante mágico fue cuando el auditorio se iluminó con globos amarillos durante “Inti”, tema que la cantante dedicó con ternura “a las mamás, los papás, las abuelitas, los abuelitos, las tías, los tíos… y a todos los que conocen el amor de un pequeño ser que ilumina los días”.
Cazzu y un equipo de mujeres
Durante el concierto, Cazzu aprovechó el tiempo para agradecer a su banda, pero también a todo el equipo detrás de este espectáculo.
«Este es un show sostenido por mujeres. Hay chicas en las consolas, en las luces […] este show suena como suena porque hay una mujer detrás» dijo.
Un cierre perfecto para Latinaje
Cazzu sorprendió al revelar que su banda había preparado cuatro canciones diferentes para cada ciudad de la gira, pero al ser la última noche, el público pidió escuchar todas.
Así, la cantante rindió tributo a grandes figuras de la música como Banda MS, Luis Miguel y Jenni Rivera.
La penúltima canción de la noche, “Con otra”, fue recibida entre gritos y baile, pero antes de interpretarla, Cazzu lanzó un mensaje sincero: “Yo no le deseo el mal a nadie”.
Una noche que Puebla no olvidará
Entre canto, baile, actuación, sensualidad y emoción, Cazzu desbordó todo su latinaje en el escenario.
Agradecida, poderosa y humana, dejó claro por qué su conexión con México es tan profunda.
Fue una noche que combinó arte y empatía, música y humanidad.
Ojalá no pase mucho tiempo antes de volver a verla brillar en este país que tanto la quiere y la respeta.
