El Consejo Universitario de la Benemérita Universidad Autónoma de Puebla (BUAP) aprobó, por unanimidad, que el Tercer Patio del Edificio Carolino, se convierta en el Centro Nacional de Memoria para los Derechos Humanos.
La propuesta presentada por el rector de la máxima casa de estudios del estado, Alfonso Esparza Ortiz, contempla la colaboración con el gobierno federal, en particular, con la Subsecretaría de Derechos Humanos, Población y Migración de la Secretaría de Gobernación (Segob), para el desarrollo del nuevo archivo.
La sede del Centro Nacional de Memoria para los Derechos Humanos se establecerá en el tercer patio del edificio Carolino y el espacio será operado con recursos que serán asignados por el gobierno federal.
El Centro Nacional de Memoria para los Derechos Humanos de la BUAP contará con un acervo en la materia que permitirá tener presentes los casos que denigran a la sociedad y se fomentará uan conciencia en la colectividad para prevenir y evitar en lo sucesivo las conductas que dañen a la nación.
Marco Antonio Serrano Velázquez, director del Archivo Histórico de la BUAP, resaltó la importancia de que la máxima casa de estudios sea sede de la Memoria para los Derechos Humanos, lo cual, impactará de manera positiva porque beneficiará a los investigadores en la materia y a la sociedad en general.
“Los archivos históricos constituyen uno de los más grandes legados en la humanidad, pues contribuyen a formar su memoria, el patrimonio oral y documental, que se resguarda en su acervos, permiten asegurar su conservación y su preservación para que la sociedad del presente y del futuro puedan disponer y acceder a la información que en ellos se ha plasmado”, apuntó.
El desarrollo del proyecto inició a partir del encuentro entre el subsecretario de Derechos Humanos, Población y Migración de la Secretaría de Gobernación del gobierno federal, Alejandro Encinas Rodríguez, y el rector de la BUAP, Alfonso Esparza Ortiz, en el que se firmó un acuerdo de colaboración para impulsar proyectos académicos, de investigación y culturales con el gobierno de México.
“La institución, en el desarrollo de sus actividades sustantivas y adjetivas, es respetuosa de los derechos humanos reconocidos a las personas previstos en nuestra constitución en los tratados internacionales de los que el Estado Mexicano sea parte; además, de cumplir con su obligación de promover, respetar y garantizar los derechos humanos de conformidad con los principios de universalidad, interdependencia y progresividad”, comentó.
Agregó que la máxima casa de estudios coadyuva en el quehacer de respeto y preservación de los derechos humanos a través de la investigación en beneficios de su comunidad y de la sociedad en general.
“Esto permite prevenir futuras conductas que atentan contra la dignidad de las personas y la violación de los derechos fundamentales. Cabe destacar, que la educación que imparte nuestra institución está encaminada a desarrollar armónicamente las facultades de los integrantes de la comunidad universitaria, fomentando el amor la patria, la consecuencia de la solidaridad internacional en independencia, justica y el respeto de estos derechos”, destacó.
Al mismo tiempo, la BUAP cuenta con experiencia en la conservación de patrimonio histórico, de sus bienes inmuebles y de la conservación del acervo histórico, con ello, podrá ser sede de la creación de una memoria en el ejercicio y defensa de los derechos humanos.
