Una niña de 10 años al lado de la estufa, junto a su madre. Hacen un espagueti a la boloñesa. Es el primer plato que hizo esa niña, Carmen Miranda, quien 21 años después no solo tendría en su lista de haberes ganar una edición de MasterChef, sino que ahora su nombre se hizo viral porque inventaron que sería la próxima cocinera de la reina Isabel II, cuando no será así.
La tarde del pasado viernes giró un comunicado por medio de sus redes sociales, en el que desmiente el hecho y asegura que alguna vez habló de la posibilidad de que eso ocurriera, pero que para nada lo había fincado como cierto. “Debido a esa nota, esa posibilidad ahora no existe”, dice.
A pesar de ello, la trayectoria de Miranda es impecable. La chef nació en San Luis Potosí y al momento ha cocinado y trabajado en tres continentes. Su trabajo está pulido a punta de todo tipo de experiencias: lo mismo ha vendido tamales en Playa del Carmen y sobrevivido de cocinar para eventos y cenas privadas, que trabajado en Manzanilla, del chef Benito Molina, en Baja California, así como con el chef Carlos Gaytán, en Chicago.
Fue pasante en un restaurante en Bangkok, Tailandia y trabajó también en el Mercado 24, de Guatemala. Ahora vive en París, donde planea abrir un food truck de tamales hechos con la receta original de su abuela: con maíz azul. La chef potosina siempre ha sido una defensora aguerrida de mostrarle al mundo la gastronomía de su estado, así como de rescatar técnicas e ingredientes de sus distintas regiones.
Soberbia gastronómica.
Carmen fue primero parte de la primera temporada de MasterChef. En uno de los capítulos el chef Benito Molina, antes incluso de trabajar con ella, le dijo que la consideraba una persona soberbia. Ella coincidió con eso: sí, sí lo era.
Con el paso de las semanas fue eliminada del programa. Pero volvió cuatro años después y ganó el concurso. Incluso cuando estudiaba gastronomía, hubo un profesor que le dijo que ella no era para las cocinas. De todas formas siguió. Si hay algo que la caracterice es su tenacidad.
Cuando le han preguntado qué mensaje podría darle a los nuevos estudiantes de gastronomía, ella dice que lo mejor que puede recomendarles es que siempre crean en sus sueños y que no dejen que nadie les diga que no pueden hacer las cosas. Eso fue lo que a ella le permitió llegar donde está ahora.