¿Cuándo fue la primera vez que se cambió el horario en México? La medida entró en vigor en 1996, mediante un decreto publicado en el Diario Oficial de la Federación (DOF), en el que se estableció el horario de verano con el objetivo de ahorrar energía eléctrica a través de un mejor uso de la luz natural.
El llamado horario de verano es una medida que se aplica durante el período de mayor insolación durante el año y consiste en adelantar una hora el horario local al inicio de dicho período y retrocederlo, también una hora, una vez transcurrido el período citado, se señala en el documento.
Además, indica que el cambio de horario propiciará una importante disminución en la demanda de energía eléctrica, así como una reducción en el consumo de los combustibles utilizados para su generación, que a su vez, contribuirá a disminuir la emisión de contaminantes.
En el decreto se establecieron diferentes horario en función de las necesidades de las regiones geográficas del país y que, en la actualidad, en la mayor parte del territorio nacional se aplica la hora del meridiano 90º.
Mientras que 33 municipios fronterizos de Sonora y Quintana Roo quedan exentos de la medida, pues suelen aplicarla unas semanas antes que el resto del país, porque están sincronizados con el cambio de horario de Estados Unidos.
Por las relaciones comerciales de Sonora con Arizona, esa entidad puede tener sus propias reglas de horario desde 1998.
En tanto, Quintana Roo se mudó en 2015 al grupo del 75° oeste, para estar una hora adelante, respecto del centro del país, y así beneficiar al turismo con una hora más de luz en la playa. Así se creó el llamado horario del sureste, que además se mantiene fijo durante todo el año.
¿Cuándo cambia el horario este año?
Debido a la entrada del invierno, el próximo 30 de octubre, antes de ir a dormir, la mayoría de los mexicanos tendremos que atrasar una hora en nuestro reloj.
Durante el horario de invierno el sol comenzará a salir aproximadamente a las 6:30 de la mañana y atardecerá alrededor de las 19:00 horas.
El horario de invierno es conocido por tener días más oscuros y cortos, en comparación con el horario de verano, pues al atrasar una hora el reloj muchas personas comenzarán sus actividades con la luz del sol.
De tal manera que los días tendrán menos tiempo de luz natural y parecerán más cortos y las noches más largas, ya que amanece y anochece más temprano.
¿Realmente ayuda ahorrar energía?
Las opiniones de los especialistas también se encuentran divididas:
Varios estudios sugieren que el cambio de horario realmente no ahorra energía y que, incluso, podría provocar pérdidas.
Los investigadores descubrieron que, con el cambio de horario sí se ahorraba energía durante las mañanas, pero se gastaba durante las tardes y noches debido a la pronta llegada de la oscuridad.
Otros estudios sí han detectado un ahorro energético, exponiendo que con el cambio de horario sí se ahorra electricidad y se reduce el consumo de ésta. Pero también indican que los ahorros en algunas regiones son aparentemente mayores que en otros.
Las ganancias de energía durante el cambio de horario dependen en gran medida de su ubicación. Los estados del sur del país pueden consumir más energía que en el norte, debido a sus altas temperaturas y clima caluroso.
Ventajas y desventajas:
Tiempo de ocio: un día con más horas de luz alienta a las personas a hacer más actividades al aire libre y ejercitarse, convirtiéndolo en algo bueno para su salud y economía.
Ahorro de energía: durante el «horario de verano» se utiliza menos energía ya que se aprovechan las horas extra de luz solar para la realización de actividades.
El cambio de horario trastorna el sueño. Además equipos médicos como marcapasos, desfibriladores y monitores de glucosa también tiene que ser ajustados.
Existe preocupación por niños y adultos que salen de casa cuando aún está oscuro, generando dos posibles afectaciones: Una en la salud de las personas y en un caso más grave, ser víctimas de un acto delictivo.