El 4 de septiembre de 1888, George Eastman registró la marca Kodak y recibió una patente para su cámara, que usaba el rollo de película de su invención también.
Eastman nació en Waterville, Nueva York un 12 de julio de 1854 y fue el fundador de la Eastman Kodak Company e inventor del rollo de película, que sustituyó a la placa de cristal, con lo cual consiguió poner la fotografía a disposición de las masas.
George Eastman era un empresario estadounidense que sentía pasión por la fotografía, pero que consideraba poco práctico y costoso llevar tantas cosas y no podía permitirse pagarle a un asistente para que se las llevara.
En 1878 se enteró de la existencia de las «placas secas» en Gran Bretaña, que podían revelarse más tarde en casa. Así fue como Eastman comenzó a experimentar y fabricar placas secas, además de que más tarde inventó una máquina para producirlas; en 1881 consiguió fundar la Eastman Dry Plates Company.
Unos años más tarde, en 1884, Eastman inventó un tipo de papel que podía sustituir las placas de vidrio. El siguiente desafío fue inventar un rollo de película a prueba de luz, que perfeccionó en 1885. La fotografía ya era mucho más fácil, pero el deseaba que fuese accesible a todos, eliminando la necesidad de usar una cámara oscura. Su sueño se hizo realidad en 1888, cuando el empresario creó con éxito centros de revelado.
La película de rollo sería también un elemento decisivo para la invención del cine, ya que su uso se encontraba en las creaciones de los pioneros del cine como Thomas Edison, los hermanos Lumière y Georges Méliès.
El mismo año que obtuvo su patente, lanzó al mercado la cámara Kodak 100 Vista, que utilizaba carretes de 100 fotos circulares y para cuya campaña de promoción acuñó la frase “Usted aprieta el botón, nosotros hacemos el resto”.
Lo más importante es que a partir de este momento ya no se requerían grandes conocimientos en fotografía o en la utilización de productos químicos lo que cambió el rumbo de la fotografía para siempre.
Esta cámara cuando se lanzó, se vendía ya cargada y lista para realizar las fotos. Una vez usadas las 100 fotos, se devolvía a la casa que extraía el carrete, revelaba las fotos y las devolvía junto a la cámara otra vez cargada. Esto tenía un costo de unos 25 dólares, la cámara cargada y el carrete revelado, lo que actualmente sería poco dinero, pero para la época era una fortuna. La novedad se impuso y con esto el uso de la fotografía se pudo extender a toda la población.
Ya en 1889 Eastman cambió el carrete de papel por uno de celuloide y unos años más tarde eliminó la incomodidad de tener que devolver la cámara entera, al comenzar la comercialización de un carrete protegido que permitía su colocación y extracción a la luz del día. Es en estos años cuando surge la fotografía aficionada tal y como la conocemos en la actualidad.
Eastman, de carácter complejo, se hizo multimillonario gracias a sus innovaciones, invirtiendo grandes sumas de dinero en diferentes obras benéficas.
Sin embargo, sus problemas psíquicos con el pasar del tiempo lo llevaron al suicidio, tras padecer una enfermedad degenerativa que le impedía caminar. Así es como muere en Rochester, Nueva York un 14 de marzo de 1932.