La BUAP es ejemplo de una institución vinculada a sus raíces culturales, con una profunda conexión con la sociedad: esta es la visión que se necesita para construir un modelo de universidad a futuro, afirmó Francisco Marmolejo Cervantes, director de Educación Superior del Banco Mundial, durante su intervención en la Conferencia de la Asociación Internacional de Universidades, IAU (por sus siglas en inglés) 2019.
En el último día de los trabajos de este encuentro -en el cual el Rector Alfonso Esparza Ortiz entregó la estafeta para la IAU 2020 a Andrew Deeks, presidente de la Universidad de Dublin, Irlanda-, Francisco Marmolejo afirmó que rediseñar el futuro de la universidad tiene que ser un ejercicio inclusivo.
Durante la cuarta sesión plenaria, mencionó que en el contexto actual, donde surgen nuevos modelos, la universidad ecológica es una propuesta que debe considerarse como una opción para el futuro, la cual debe ser internacional, generar ciencia y estar comprometida y conectada con sus raíces culturales a nivel local.
Con este enfoque, “la BUAP es más que una estructura: es un sistema que tiene presencia o sedes en todo el estado. Esta Universidad prepara a médicos en su comunidad para que después sirvan a sus propios pueblos; tienen modelos de participación social y alfabetización para adultos y también se ocupa de la protección y el resguardo del patrimonio cultural”, aseveró.
El Especialista Principal de Educación Superior en el Banco Mundial para India y Asia alertó sobre la visión tradicional de la educación que no permite a los estudiantes cuestionar los conocimientos de los profesores, una posición que, dijo, tiene que cambiar por nuevos esquemas que atiendan la interconexión que a nivel global existe.
El papel de la universidad, subrayó, debe ser activo y distinto a la actual concepción, pues resaltó que el futuro no se extrapola con un modelo matemático, sino que se trata de diseñarlo y construirlo, por eso es válido aspirar a mejores condiciones sociales que partan del trabajo que las universidades realizan.
Para concluir, Francisco Marmolejo señaló que parte de los desafíos que enfrentan las universidades radica en abrirse al mundo desde sus áreas del conocimiento, acercarse a legisladores y autoridades para externar que lo que se está haciendo ahora no funciona y por eso la necesidad de rediseñar el futuro.