Dicen que cada cierre de año y comienzo de otro es un cierre de círculos: si dejaste un amor inconcluso, vas a ponerle fin; si dejaste una decisión sin tomar, vas a decidirte ahora; si vas a cambiarte de casa, dejar un trabajo o atreverte a algo que venías pensando desde años antes, en este 2022 lo debes consolidar.
De acuerdo a los seguidores de la astrología, el 2022 estará regido por el número 6, ya que es el resultado de la suma de sus dígitos.
En lo personal abriré nuevos ciclos.
- Este año si escribiré constantemente.
- No iré a todas las fiestas que me inviten.
- Dejaré de desvelarme viendo series.
- Disimular cuando venga el chico que me gusta.
- Y por supuesto me pondré a dieta.
Como pueden ver no son 12 propósitos, ni mucho menos tan complicados (eso creo).
Y es que muchas amigas que están metidas en esto de la farándula política, año con año hacen una lista de 12 propósitos y al final no realizan ninguno.
Conozco una amiga que hoy es defensora de la 4T que prometió no volverse a meter con hombres casados. Al final parece su propósito es coleccionar al menos dos por año, y es que en su búsqueda por ascender políticamente se olvida de los prejuicios y de sus propósitos de año nuevo. Digo, no está mal lo que haga con su cuerpo y su vida, pero que no haga propósitos solo por convivir.
Otra mujer prometió dejar dos adicciones: El cigarro y los casinos.
No ha podido con ninguna de los dos.
Lo peor es que esos vicios los mantiene del erario estatal.
Ahí tiene metido a su chofer quien cobra un salario ‘chiquito’ pero que tiene una compensación digna de un diputado.
Hace unos meses se fue a las Vegas con un dinerito que le dio su poderoso marido, con una comisión que le dio un contratista y con su chofer. ¡awwwww!
Una amiga de la infancia prometió cerrar un ciclo amoroso con un chico que fue el amor de su vida hace años.
Peeero, apenas me enteré que se acaban de ver a pesar de que tienen pareja.
Me escribió lo siguiente, Chica Única: retomé contacto con Pepe, sabes que tuve un fabuloso romance que terminó abruptamente en contra de mi voluntad, a calzón quitado: me cortó; pero bueno, me buscó y pidió vernos de nuevo, yo propuse irnos de viaje juntos. Nadie habló de “ver qué onda”, “intentar” o “darnos otra oportunidad”. Se trataba, tan solo de estar juntos.
Mi pretexto para verlo fue que aquel romance había terminado, en mi punto de vista, mucho antes de que sucedieran muchas cosas bonitas y yo siempre me quedé con dudas que nunca tuvieron respuesta.
Y sí, lo hice también por goce puro: por el único placer de estar con él. No sentí ninguna culpa por proporcionarme lo que yo consideraba un regalo navideño. Yo quería, yo deseaba, yo decidí estar ahí.
El problema es que mis días fértiles también jugaron.
¡Ayyyy! palabras más, palabras menos, nos veremos para partir la rosca de reyes en un par de días.
Por eso es importante hacernos propósitos que podamos cumplir y no estancarnos ni dejar pasar las oportunidades para movernos.
Feliz 2022
No bajemos la guardia porque por ahí anda ‘OMICRON’