Rusia y Ucrania continuaron con las agresiones militares, pese a la celebración de la Navidad Ortodoxa
La semana pasada Vladimir Putin presidente de Rusia propuso a Ucrania una tregua por 36 horas para celebrar la Navidad Ortodoxa. De inmediato el gobierno de Ucrania la califico como cínica e hipócrita, y que solo buscaba ganar tiempo para reorganizar sus tropas.
Sin embargo, aunque el Kremlin propuso un alto al fuego, las tropas rusas continuaron los ataques durante la fiesta de la Navidad ortodoxa. En este sentido Oleg Sinegubov portavoz del comando militar estacionado en Ucrania afirmo que Rusia solo repelo los ataques de enemigo.
Una vez terminada la tregua que pidió Rusia, los ataques militares se endurecieron en ambos bandos, sobre todo en la región de Donetsk. Los territorios anexados por Rusia y que Ucrania lucha para recuperarlos fueron atacadas las centrales encargadas de proveer de luz a la región.
Las centrales de Donetsk, Járkov y Zaporiyia fueron atacadas por las tropas rusas, para cortar la luz a las fuerzas rusas ocupantes del este de Ucrania. De inmediato fuerzas rusas y prorrusas en la autoproclamada república de Donestsk respondió al ataque.
El presidente de Ucrania Volodomir Zelensky, quien llamo a su homólogo ruso “terrorista energético”, pidió a la población refugiarse en lugares seguros. Según reportaron las gloriosas fuerzas de Ucrania, los ataques rusos provocaron la muerte en un hombre en la región de Járkov además de significativos daños materiales.
Entre otros daños el informe señalo que Rusia habría atacado a una misión especial de la ONU en la ciudad de Oréjov. Dicha misión se encontraba auxiliando a la población civil en sus necesidades más básicas como lo es la alimentación y el refugio en zonas seguras.
Por último, el gobierno de Ucrania se encuentra en alerta máxima por posibles ataques aéreos de las fuerzas militares rusas.
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