El gobierno encabezado por la presidenta Sheinbaum anunció un nuevo aumento del salario mínimo general del 13% para 2026: pasará de 278.80 a 315.04 pesos diarios. En la zona de la frontera norte, el alza será de 5%, con lo que el salario diario sube de 419.88 a 440.87 pesos.
Según el gobierno, este aumento forma parte de una estrategia más amplia de recuperación del poder adquisitivo: desde 2018 se ha logrado un incremento acumulado cercano al 154 % en términos reales respecto al salario mínimo.
Sheinbaum y su equipo sostienen que los incrementos salariales aseguraron que, para 2026, un salario mínimo alcance para comprar al menos dos canastas básicas. Además, afirman que esta política no generará un impacto significativo en la inflación, ya que se habría consultado con la Secretaría de Hacienda y el Banco de México para respaldar el ajuste.
COPARMEX ha manifestado su apoyo al plan gradual hacia 2030. Su dirigencia explicó que brindará “acompañamiento técnico” para que los aumentos salariales se realicen de forma responsable, con revisiones anuales que consideren inflación, productividad, formalidad laboral y salud de las empresas.
No obstante, advirtieron que los incrementos salariales tienen un límite: no pueden prolongarse indefinidamente sin acabar afectando la competitividad, la viabilidad de pequeñas y medianas empresas, o la creación de empleo formal. Es decir, su respaldo está condicionado a un equilibrio, que incluye alza de ingresos para los trabajadores, pero sin descuidar el entorno económico y empresarial.
COPARMEX subraya que el “empleo formal” y su estabilidad constituyen un elemento clave: a su juicio, generar empleos con buenos salarios y derechos laborales es más efectivo que depender únicamente de subsidios o programas sociales.
Una meta central que anunció Sheinbaum es que, para 2030, el salario mínimo alcance el equivalente a 2.5 canastas básicas, es decir, los ingresos básicos suficientes para una vida digna. Para lograrlo, los incrementos serán graduales y revisados periódicamente, considerando factores macroeconómicos, de productividad y de competitividad. COPARMEX participará en este proceso como “vigilante técnico”.
Además, como parte de las reformas laborales, el gobierno planea reducir gradualmente la jornada laboral: la intención es pasar de las actuales 48 horas semanales a 40 horas para 2030.
Este cambio, junto con un salario mínimo más alto, buscaría mejorar la calidad de vida, aumentar productividad y corregir desigualdades estructurales. De acuerdo con cifras oficiales que circulan en los comunicados del gobierno y en COPARMEX, se atribuye al aumento sostenido del salario mínimo el hecho de que 6.6 millones de mexicanos hayan salido de la pobreza.
Estos datos indican que los sectores de ingresos más bajos han sido los que más han mejorado: desde 2018 hasta la fecha, los salarios en la frontera norte aumentaron, en promedio, 204% en términos reales, y en el resto del país 115 %. Este avance se presenta como una pieza clave de lo que el gobierno llama “salario digno”, una estrategia estructural para reducir la pobreza vía empleo formal, en lugar de depender exclusivamente de apoyos sociales.
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