Ante la contingencia generada por el coronavirus, los traslados a pie y en bicicleta incrementaron 20 por ciento en la zona metropolitana de Puebla; mientras que se registró una reducción de los viajes en trasporte público.
De acuerdo con la Asociación Mexicana de Transporte y Movilidad, capitulo Puebla, en la entidad poblana se realizan en promedio 3.6 millones viajes diarios, de los cuales, un millón se realizan en automóvil particular; 1.6 millones son en transporte público y se incrementó a un millón el número de viajes que se realizan caminando o en bicicleta.
Antes de la contingencia, en la zona metropolitana de Puebla, la cuarta más grande del país, 50 por ciento de los traslados, 1.8 millones, se hacían en transporte público, que es atendido por seis mil unidades; sin embargo, durante la contingencia se redujeron en 200 mil viajes al día.
“La nueva normalidad y el desempleo aumentaron hasta en millón de viajes diarios el desplazamiento a pie de los poblanos hacia sus centros de trabajo o para abastecerse de víveres, ropa y medicamentos”, destaca el análisis de la AMTM.
Aunque el moverse a pie resulta idóneo en temas de movilidad, por la nula contaminación ambiental y por temas en la mejora de la salud, la realidad es que por la pandemia del Covid-19 la economía fue un factor que impactó en los traslados de las personas.
Con datos del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), durante el primer semestre de este año, en Puebla, se perdieron más de 42 mil empleos formales, ante el cierre de empresas y las complicaciones económicas.
Anuar Musalem Valencia, subdirector de la AMTM, resaltó que a nivel nacional, más de 12 millones de personas dejaron de percibir ingresos durante la pandemia y se presenta un crecimiento de la informalidad laboral de 1.9 millones de personas.
“Evidentemente al no contar un con ingreso seguro y un horario habitual, más habitantes eligen caminar como modo de transporte” explicó.
Ante la nueva normalidad y la adecuación a las formas de traslado es prioritario crear banquetas más anchas, incluso si se deben reducir carriles habilitados para automóviles, ya que las tendencias mundiales para garantizar la sana distancia, desembocan en “extender” el ancho de sección para que el peatón camine cómodamente y que se eviten contagios, destacó.
