Ante la posibilidad de que la lluvia arruinara la celebración al aire libre, Alejandra no dejó nada al azar y apostó por rituales mexicanos que, según la sabiduría popular, ayudan a espantar las nubes.
Ale Capetillo y Nader Shoueiry unieron sus vidas en una boda religiosa llena de amor, tradición y misticismo en la imponente Hacienda Zotoluca, en Hidalgo, el pasado 24 de mayo.
Huevos para el cielo despejado
Como dicta una de las tradiciones más conocidas, Ale llevó una docena de huevos a las monjas clarisas de un convento cercano.
La intención: que las religiosas intercedieran con sus oraciones para asegurar un cielo claro durante la ceremonia.
Cuchillos contra la tormenta
Además, clavó cuchillos en la tierra de la hacienda, algunos incluso en forma de cruz.
Este peculiar ritual, recomendado por su wedding planner, busca “cortar” las nubes y alejar la lluvia en eventos especiales.
Un rezo desde el corazón
Días antes del enlace, Ale también se encomendó a la Virgen de Guadalupe. Con una oración le pidió que su boda fuera mágica y sin contratiempos, mostrando su fe y emoción en uno de los momentos más íntimos del proceso.
“Morenita, por favor por favor que sea un día espectacular, con nube o sin nube, como quieras, pero que sea un día espectacular. Morenita, plis que no llueva«, dijo en un video que capturó este momento.
Ale Capetillo y Nader Shoueiry una fusión cultural con mucho significado
La boda de Ale y Nader no fue solo una ceremonia religiosa; se convirtió en un homenaje vivo a sus raíces.
Con elementos que combinaron lo mejor de México y el Líbano, la pareja mostró su compromiso con una vida juntos basada en el respeto y la conexión entre culturas.

Un vestido con alma
Alejandra lució un diseño exclusivo creado por su amiga Lorena Formoso. Más que moda, buscó una pieza con historia, que reflejara su esencia y la emoción de ese día tan especial.

Símbolos de amor eterno entre Ale Capetillo y Nader Shoueiry
Las alianzas, hechas de oro amarillo, fueron elegidas en la reconocida joyería Rabat, en España.
Estos anillos no solo sellan su compromiso, también representan la unión de dos mundos que ahora caminan juntos.
Sabores que cuentan historias
El banquete fue una verdadera experiencia gastronómica multicultural. Escamoles, esquites, tabulé, kibbeh… Cada platillo rindió tributo a las raíces de los novios y ofreció a los invitados un festín inolvidable.
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