En el aire libre la vida mueve certezas
mientras el otro ser oculto y vago
te imagina en aquella zona amorosa
donde la libertad se hace ambición
y se crean los días jugosos y alegres.
Quizás la vida no tenga sentido
aunque al tocar sus cosas y seres
mirar un rostro con infieles recuerdos
saborear las esencias en la jornada
produzcan un ánimo por el vivir.
La normalidad a veces es rara
pero cuando la tiento a distancia
produce ese paso a conquistarla
para llevarla prendida como amor
o para crearte una esperanza.
Tantas veces me vi amaestrado
por aquellos talentos de la felicidad
que casi pierdo la sensación de decidir
siendo que somos esa suma de decisiones
y que hoy decido meterme en las voces.
Las escucho desde aquí tenues y rudas
tanto que en su vulgaridad debes sufrirlas
y padecerlas como alfombras de natas
en cuyo temple nacen tus noches
aquellas por conocer y anhelar.
Está cerca la esquina y la vida dobla
con un perfil desaconsejado y sereno
y el otro abierto al abismo del absurdo
que traiciona a la razón y hace suyas
esas quimeras de la ignorancia.
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