Antes y durante la pandemia de Covid 19, el suicidio es considerado un problema de salud pública que conlleva una tragedia para las familias y para la sociedad.
Pilar Bravo
Estas pérdidas humanas se pueden prevenir si se interviene de manera oportuna la familia y las autoridades de salud.
Mañana, 10 de septiembre se ha instituido como el Día Mundial para la Prevención del Suicidio, con el objetivo de fomentar compromisos y medidas prácticas para prevenirlos, por eso con el propósito de contribuir a esta causa, el INEGI ofrece información estadística e indicadores.
En 2020, en todo el país sucedieron 7 818 fallecimientos por lesiones autoinfligidas, lo que representa 0.7% del total de muertes en el año y una tasa de suicidio de 6.2 por cada 100 mil habitantes.
Puebla, en el 2020 que se colocó en el octavo lugar con la incidencia de al menos 340 suicidios, casi uno por día y se estima que la presencia del coronavirus, empujo a mucha gente a salir por la puerta falsa, unos por haber contraído el virus, otros por desesperación económica y otros por una severa depresión.
Aunque son hechos lamentables, las familias a veces se reservan la causa de la muerte y lo que es peor, hay poca atención y recursos para este fenómeno, reconoce Pavel Arenas García, director de la Asociación “Código Suicidio».
El INEGI, dio a conocer el panorama en las estadísticas de mortalidad para 2020, fueron del total de fallecimientos en el país (1 069 301), de los cuales 7 818 fueron por lesiones autoinfligidas, lo que representa 0.7% de las muertes y una tasa de suicidio de 6.2 por cada 100 000 habitantes, superior a la registrada en 2019 de 5.6.
Por sexo, de los decesos por esta causa destaca que los hombres tienen una tasa de 10.4 fallecimientos por cada 100 000 (6 383), mientras que esta situación se presenta en 2.2 de cada 100 000 mujeres (1 427). El grupo de población de 18 a 29 años presenta la tasa de suicidio más alta: 10.7 decesos por cada 100 000 personas; le sigue el grupo de 30 a 59 años con 7.4 fallecimientos por cada 100 000.