El derrumbe del tramo elevado de la Línea 12 del Metro ocurrido el pasado 3 de mayo y que dejó 26 personas muertas y más de 70 lesionados, fue provocado “por una falla estructural asociada al menos a seis deficiencias en el proceso de construcción de la obra”, de acuerdo con el peritaje preliminar realizado por la empresa noruega DNV, a petición del gobierno de la Ciudad de México.
El diario El Financiero obtuvo una copia del documento en el que se destaca que la soldadura de los pernos Nelson; la porosidad y falta de fusión en la unión de pernos y trabe; la falta de pernos en las trabes que conforman el conjunto del puente, además de diferentes tipos de concreto en la tableta; soldaduras no concluidas o mal ejecutadas, y “supervisión y control dimensional en soldaduras de filete, fueron las deficiencias asociadas al accidente.
Señala que los llamados “pernos Nelson”, o pernos autosoldables, tienen la función de ser la soldadura de este producto al acero o estructura para actuar como una sola unidad la cual evita la perforación, el sellado y la debilitación de la estructura.
De acuerdo con el reportaje firmado por David Saúl Vela e Ignacio Alzaga, en el análisis técnico-científico también se identificó la “deformación en las trabes, en patines y almas que las conforman; también identificó roturas en almas de las trabes, perfiles de ángulo y placas de conexión”.