El día de ayer en el encuentro entre Atlético San Luis y Santos de Torreón hubo señalamientos de racismos en contra de Félix Torres, jugador de la comarca lagunera.
Muy lamentable que tengamos este tipo de antecedentes, donde otros personajes relacionados al futbol mexicano también han sido víctimas y solo algunos han alzado la voz en el pasado para acusar este tipo de actos.
Felipe Baloy en 2006 cuando defendía la camiseta de los Rayados del Monterrey. El panameño recibió insultos racistas por parte de la afición del Santos Laguna en la antigua cancha del Estadio Corona.
Christian Benítez del América recibió gritos similares durante un encuentro ante los Pumas en el Estadio Azteca por parte de la porra visitante.
Carlos Darwin Quintero cuando jugaba para el Santos, quien manifestó que Rogelio Chávez del Cruz Azul lo llamó «simio de mierda». «A mí no me da vergüenza mi color, pero cuando ya te dicen simio de mierda, ahí fue mi reacción. Verbalmente no tiene que existir esto de la cancha», dijo el colombiano en su momento.
Una denuncia que sigue documentada es la de Raúl Enriquez, exfutbolista de los Bravos de Juárez, quien aseguró en 2017 que a su compañero Gilberto Barbosa lo llamaron «simio y chango» en un partido ante los Alebrijes de Oaxaca en 2017 por el Ascenso MX.
Recientemente el caso del árbitro Adalid Maganda, quien señaló por racismo al presidente de la Comisión de Árbitros, Arturo Brizio, aunque el exsilbante siempre ha negado estas acusaciones y mantiene que la salida de Maganda del arbitraje mexicano es por su poca capacidad.
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