Para que la ciencia tenga una verdadera utilidad en el sector rural es indispensable garantizar el intercambio de información entre quienes laboran en los centros de investigación y la población, ya que ello se traducirá en estrategias adecuadas según las características de cada región.
Alicia Castillo, integrante del Instituto de Investigaciones en Ecosistemas y Sustentabilidad de la UNAM, aseguró lo anterior al participar en la conferencia virtual “Comunicación ambiental en el medio rural: experiencias en dos zonas costeras de México” organizada por el Centro de Educación y Capacitación para el Desarrollo Sustentable, en el marco de los festejos del Mes del Bosque, que impulsa la Secretaría de Medio Ambiente.
Al compartir su experiencia en las estaciones de Biología de la UNAM Los Tuxtlas, al sur de Veracruz, y Chamela, en la Reserva de la Biósfera Chamela-Cuixmala, en Jalisco, Castillo expuso que ambos centros han desarrollado una investigación basada en la escucha de los nativos de esas costas, ya que recopila sus conocimientos y elabora, a partir de los mismos, estrategias de producción con excelentes resultados.
Ese acopio ha resultado en mil 242 artículos científicos y 460 tesis, que junto con otros da un total de 1,999 documentos de la estación Los Tuxtlas, y de Chamela se han producido 816 artículos, 295 tesis, así como capítulos individuales y libros para un total de 1,356 productos que, lejos de convertirse en archivo muerto, han ayudado a las comunidades locales.
Esto lo apuntalaron muchos académicos que ayudaron a identificar hasta 127 necesidades de información de los habitantes de Chamela y 40 de Los Tuxtlas, lo que los llevó a elaborar una estrategia de comunicación consistente en plasmar los resultados obtenidos en tesis, y las investigaciones en documentos más sencillos e ilustrados a los que se llamó “Historias Ambientales”.
Una vez que los habitantes de esas zonas se vieron beneficiados, y reflejados en esas historias, los investigadores incursionaron con talleres a los cuales acudían adultos y niños para conocer y aprender de las investigaciones logradas e intercambiar sus experiencias con los académicos, en un ambiente de retroalimentación.
El esfuerzo permitió además la publicación de cinco libros de divulgación para el medio rural en 2012, los cuales, por su sencillez, facilitaron el intercambio de conocimientos tanto en Chamela como en Los Tuxtlas. Esta experiencia demostró que mediante la labor de estos centros de investigación es posible alcanzar los objetivos de informar, comunicar y educar en beneficio de las comunidades rurales.