Existen distintas maneras de cambiar hábitos alimenticios y fortalecer nuestras defensas ante cualquier emergencia sanitaria, comentó la nutrióloga del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), Diana Couto Roldán.
La salud del individuo depende y está ligada íntimamente con su sistema inmunológico. La obesidad y el sobrepeso generan una inflamación crónica de bajo grado, la cual alerta diariamente al organismo y genera, a su vez, agentes oxidantes que pueden terminar en hipertensión o diabetes mellitus tipo 2.
La especialista puntualizó “nuestra primera línea de defensa son las mucosas y, a nivel intestinal el conjunto de microorganismos llamados microbiota”. Agregó que para mantener la integridad de nuestras mucosas se deben incluir en nuestra dieta productos que sean fuente de vitaminas y minerales.
La inflamación crónica de bajo grado se puede disminuir a través de la alimentación balanceada; consumir productos accesibles para todos, como verduras, frutas antioxidantes y especias.
Específicamente, los carotenoides se identifican por los pigmentos de color amarillo, naranja y rojo que contienen las frutas y verduras; la nutrióloga sugiere consumir papaya, sandía, guayaba, tomate, pimiento morrón y apio, los cuales fortalecerán nuestras defensas y ayudarán a neutralizar los oxidantes malignos.
Couto Roldán explicó que la vitamina C es hidrosoluble, se desecha a través de los líquidos, el organismo no la retiene, por ello no es recomendable tomarla en exceso. La ingesta diaria recomendada es de 80 miligramos y la absorción será de 70 a 90 por ciento. Sin embargo, la combinación de vitamina C con Zinc, permitirá la absorción, por ello es importante consumir los suplementos con estos dos componentes.
Pidió evitar consumir productos con alto contenido de colorantes, edulcorantes y conservadores, así como embutidos, ya que estos son los que nos debilitan y tienen una repercusión directa en el microbiota, la piel, sistema nervioso central e inmunológico.
En el IMSS se han realizado investigaciones con niños y adolescentes sobre los hábitos alimenticios. A través de muestras de heces fecales se observó que quienes consumen menos alimentos industrializados y más productos frescos tienen mejor su organismo que el grupo opuesto.
Couto Roldán invitó a la población a realizar deporte en casa, llevar una dieta balanceada y asistir con un nutriólogo para ser asesorados.
