Pedro Haces es la viva representación de un «bravucón» de barriada que llegó a tener poder y hoy está sobre tres ladrillos de exultante impunidad que le otorgaron fuero desde una curul en la Cámara de Diputados, donde opera casi como guarura personal del coordinador de los legisladores morenistas, Ricardo Monreal.
Hace unos días, Haces fue exhibido por integrantes de la oposición, durante la sesión donde se votó con 340 votos a favor, 133 en contra y una abstención, la Reforma de Ininpugnabilidad de adiciones o reformas a la Constitución, que impide presentar controversias que se hagan a la misma.
De manera sorpresiva y casi fantasmagórica, en el tablero electrónico de San Lázaro apareció el voto a favor del diputado morenista, él no había estado en la sesión.
Todo lo anterior exhibió las fallas y el riesgo a la hora de contabilizar los votos del Congreso de la Unión. Haces salió a intentar corregir la plana y restarle reflector a las acusaciones en su contra, pues incluso algunos de sus compañeros de bancada lo balconearon junto con los panistas, al indicar que el legislador andaba en Estados Unidos en la Serie Mundial de Béisbol.
Muchas historias se tejen en torno a Pedro Haces Barba y esa prepotencia que le imprime a su personalidad con tintes de mafia sindical, combinada con una política de los tiempos morenistas, donde para él, la austeridad republicana es sólo una frase de caricatura.
Pedro Haces es sobrino del legendario líder cetemista conocido como “La Güera” (Leonardo Rodríguez Alcaine), quien desde hace años creó un sindicato que, al más puro estilo de su pariente, se mueve no en función de la representatividad de sus agremiados, sino, con el objetivo de consolidar jugosos negocios y prebendas que se consuman a partir de las ligas, relaciones y pactos con políticos.
Como líder nacional de la CATEM (Confederación Autónoma de Trabajadores y Empleados de México) sus negocios los fue consolidando al amparo de sus conocidas amistades con ex gobernantes como José Murat en Oaxaca, Rafael Moreno Valle en Puebla e incluso con Javier Duarte en Veracruz.
Un joven delincuente
Hábil para las relaciones públicas, provocador, y hasta con toques de picardía con sus amistades cercanas, Haces Barba enfrentó en marzo de 1998 una averiguación previa y detención por robo de vehículo y portación de armas. Salió bajo fianza.
Su ficha y foto por tal incidente circulan en redes sociales mostrando al actual diputado con su ficha de detención.
La vena sindical lo catapultó a otros negocios donde la rentabilidad se da a la par de los buenos arreglos con personajes de la farándula, el deporte y por supuesto la política.
Empresario de espectáculos, propietario de ganaderías, amante de la fiesta taurina y muchos otros menesteres que huelan a “liquidez”, son el lado fuerte de este personaje que al puro estilo del viejo charrismo sindical que ejerció su finado pariente (La Güera Rodríguez Alcaine), Haces Barba consolidó en una gran diversidad de negocios.
Floreció del lado priista, luego llegó al panismo y finalmente saltó al “tren de la transformación”, al que a través de su Confederación (CATEM) le ofreció la integración de 10 mil Comités de la Transformación Laboral.
La oscuridad de Pedro
La personalidad de Haces Barba tiene la dualidad de los pillos que suelen mostrar el encanto que arrebata y la oscuridad que develan crudas personalidades.
Desencuentros, discusiones, arrebatos, señalamientos, hechos desafortunados acompañan al actual Coordinador de Operación Política en la Cámara Baja.
el 1º de febrero de 2023, una noticia sorpresiva lo colocó como la fuente certera que confirmó desde España, la muerte de Gerardo Islas, político poblano y entonces dirigente nacional del partido político Fuerza por México.
Muchas especulaciones corrieron en torno al hecho, sobre todo por las tremendas fiestas que le gustaban al finado “Gerry”.
En aquel entonces, Pedro Haces informó que el deceso de Islas se dio por un paro cardiaco fulminante.
Gerardo murió en la habitación de un hotel madrileño.
La espuma no creció y se buscó apagar todo fuego que llevara a levantar suspicacias sobre el hecho.
En marzo de este año, el diputado Haces volvió a ser noticia, cuando el verde ecologista Jesús Sesma a través de una transmisión en vivo desde sus redes sociales, denunció haber recibido amenazas de muerte por parte de Pedro, con quien reavivó las diferencias por la prohibición de las corridas taurinas en la Ciudad de México.
Lo más reciente se suscitó en los primeros días del pasado mes de octubre, cuando los diputados Alfonso Ramírez Cuéllar y Gabriela Jiménez denunciaron el estilo “gansteril” con el que Pedro Haces convocó en una madrugada para el reparto de comisiones donde la mayor parte del pastel se pretendió dejar a legisladores que apoyan a la dupla Monreal-Haces.
La intentona incluyó –denunciaron legisladores morenistas- amenazas y presiones para aceptar lo que se les pretendió imponer.
Digamos que esta fue la primera muestra de operación de quien en San Lázaro se deja ver como el guarura de los intereses de Ricardo Monreal.
Los resbalones de Haces
La bravocunería de Pedro Haces va aderezada de una carga de misoginia que varios medios documentaron en 2019 cuando era senador suplente. En una declaración que se le atribuye, expuso: “Las mujeres tienen la obligación de vestir menos provocativas, para evitar ser acosadas, porque después no se aguantan”.
Durante el pasado mes de julio, a pocas semanas de haber concluido el proceso electoral en el país, un escándalo colocó a su principal operadora política Maiella Gómez Maldonado en el reflector de la polémica.
Un medio local poblano documento que para evitar que Fuerza por México perdiera su registro en Puebla, Morena le traspasó 27 mil 750 votos.
Es escándalo escaló al foco nacional, sin que la dirigente Maiella Maldonado haya dado una explicación con un mínimo de lógica para tal acción. Es un secreto a voces que dicho partido es propiedad del diputado Monreal, pero administrado por las huestes de Haces Barba.
Maiella Maldonado incluso hace unas semanas recibió su premio en San Lázaro pues en la repartición de Comisiones, se quedó con la presidencia de la que corresponde a Trabajo y Previsión Social, por supuesto, empujada con la venia del líder de CATEM.
Es así como Pedro Haces legisla a destajo, amedrentando a quienes no se quieran alinear. Algunos dicen que rebasó la desfachatez de su tío “La Güera Rodríguez Alcaine” y superó la bravuconería de Víctor Flores, el líder de los ferrocarrileros. Todos ellos, una caricatura vigente de lo que sigue siendo la representación gremial pero ahora en tiempos de la transformación.
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