Es un miércoles común en la Facultad de Ingeniería (FI); algunos estudiantes juegan ping-pong, otros más están en clase, otros comiendo en la cafetería o charlando en los pasillos. De pronto se escuchan las alarmas. ¡Alerta sísmica! ¡Alerta sísmica! Era la señal del inicio del macro simulacro realizado entre la Dirección de Apoyo y Seguridad Universitaria (DASU), las facultades de Ingeniería, Arquitectura y Ciencias Químicas, así como el Círculo Infantil.
Este ejercicio, como parte de las Jornadas de Seguridad, tuvo como finalidad mejorar la capacidad de respuesta de los universitarios en casos de contingencia. Se realizó con una hipótesis de magnitud de 6 grados en escala de Richter y con epicentro en Axochiapan, Morelos. Las áreas involucradas fueron Ciudad Universitaria, el Complejo Cultural Universitario, el área de la Salud, la zona Centro y los complejos regionales.
Todos los involucrados desalojaron las instalaciones de manera inmediata, apoyados por las cuatro brigadas de seguridad de la FI: combate contra incendios -de chaleco rojo-, evacuación –color verde-, primeros auxilios –blanco– y de comunicación –amarillo. Además participó el cuerpo de bomberos de Puebla y elementos de la DASU.
Los alumnos evacuados se sentaron en la explanada frente al estacionamiento, donde también se notaba la presencia de bomberos y ambulancias, ahí se escuchó de repente un estallido, provocado por un conato de incendio, del cual se encargaron los brigadistas y bomberos. En tanto, personal de primeros auxilios atendieron a los lesionados en la zona de triage.
El reporte de evacuación presentado 20 minutos después indicó que en el área metropolitana fueron desalojadas 14 mil 787 personas de los diferentes edificios. De esta manera, este ejercicio mostró el avance de respuesta que tiene la BUAP ante emergencias de catástrofe.