En los próximos meses, los empresarios poblanos agrupados en el Centro Empresarial de Puebla Coparmex habrán roto su propio techo de cristal, al entrarle no sólo al “piso parejo”, sino a la importancia que implica delegar la presidencia de este Sindicato Patronal en una mujer como Beatriz Camacho.
Difiero cuando se cita el “tiempo de mujeres” como las decisiones que confieren al género una responsabilidad en el ejercicio del poder o representación, pues creo que más allá de tiempos, responde a la importancia de reconocer lo que por la inercia de la naturalidad y el trabajo recae en manos femeninas que están llegando a los mandos cupulares como una consecuencia de la preparación y la cultura del esfuerzo y perseverancia.
Beatriz Camacho es hoy en día una empresaria que se mueve como pez en el agua en un sector que sigue cooptado por varones, quienes poco a poco fueron abriendo la puerta para aceptar que por fortuna soplan vientos de cambio y renovación en el sector patronal poblano.
Celebro que cada vez sean más las mujeres poblanas en cargos de dirección, pues nos da una idea de las nuevas sinergias que demanda el mundo laboral.
Para nadie es un secreto que Coparmex Puebla es uno de los organismos con mayor arraigo entre la clase patronal que forjó los cimientos de la representación empresarial en Puebla.
En la presidencia de este Centro Empresarial han pasado desde un Alberto Pellico Agüeros, Luis García Teruel, Carlos Solana Pumarino, Pablo Rodríguez Posada, Herberto Rodríguez Regordosa y muchos otros personajes que son parte de esa línea dura de una clase patronal poblana ligada a una línea política ultra, que difícilmente dobló su ideología.
Hoy los tiempos llevan un nuevo rumbo, y el arribo de una mujer a la presidencia de uno de los organismos claves no sólo para la representatividad patronal, sino para la interlocución con la sociedad y el poder en turno, obliga a pensar en una nueva narrativa y agenda que deberá mostrar, primero que nada, la autonomía que Beatriz Camacho tendrá que ejercer como lideresa del sindicato patronal.
Los “santones” de la clase empresarial poblana estarán en una constante prueba de fuego para demostrar que la nueva etapa en Coparmex Puebla incluye, primero que nada, autonomía a los nuevos liderazgos y en segundo lugar, recobrar el poder de la representatividad que se ha visto disminuido en los últimos tiempos, como consecuencia de la apatía y desconfianza de los propios empresarios hacia sus representantes.
La llegada de Beatriz Camacho moverá sin duda muchas sinergias y seguro traerá nuevas líneas de trabajo en su gremio, donde una característica indiscutible había sido la misoginia por tradición. Sin embargo, no hay plazo que no se cumpla, y los patrones también han entendido que no sólo son importantes la negociación y cabildeo, sino también la paridad, inclusión y los nuevos liderazgos con una verdadera autonomía de género.
Veremos si le cumplen a Beatriz Camacho.
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