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¿Has oído hablar de la violencia obstétrica?

En nuestro país la violencia obstétrica ya está tipificada e integrada en la Ley General de Acceso de las Mujeres a una Vida Libre de Violencia aprobada en el 2014 y en donde la define como “cualquier acción u omisión por parte del personal de salud que cause daño físico o psicológico a una mujer durante el embarazo, el parto o el puerperio”, asimismo, si la paciente es víctima de cualquier trato irrespetuoso o denigrante hacia la mujer durante dichos procesos.

El Doctor y especialista en Pediatría, David Alejandro Papaqui Ramírez, consideró que, en México, “la violencia obstétrica es un tema que ha sido abordado en diferentes contextos, pero en el de la bioética, hay diferentes perspectivas y opiniones sobre la autonomía de la madre en la toma de decisiones relacionadas con el parto, incluyendo la elección de un parto por cesárea en lugar de un parto vaginal cuando este último es viable y seguro”.

De acuerdo con estadísticas del INEGI, algunas de las cifras se destaca la distribución de mujeres de 15 a 49 años que vivieron algún tipo de situación de violencia obstétrica durante el último parto o cesárea entre 2011 y 2016 por acto de violencia:

Le gritaron o regañaron 11.2%

Tardaron mucho tiempo en atenderla porque decían que gritaba o se quejaba mucho 10.3%

La ignoraban al preguntar sobre el parto o el bebé 9.9%

La obligaron a permanecer en posición incómoda o molesta 9.2%

Presionaron para que aceptara un dispositivo u operación 9.2%

Le dijeron cosas ofensivas o humillantes 7.0%

Se negaron a anestesiarla o aplicar bloqueo para disminuir dolor sin dar explicaciones 4.8%

Colocaron algún anticonceptivo o esterilizaron sin preguntar o avisar 4.2%

Le impidieron ver, cargar o amantar al bebé, sin causa alguna 3.2%

La obligaron para que firmara algún papel sin informarle para qué era 1.7%

En tanto, el Doctor Papaqui Ramírez, quien es egresado de la Universidad la Salle, Certificado por el Consejo Mexicano de Certificación de Pediatría, Presidente del Comité de Lactancia del Hospital Ángeles de Puebla, nos explicó y abundó que en cuanto a los actos específicos que pueden constituir violencia obstétrica, estos pueden incluir:

Falta de atención médica adecuada durante el embarazo, el parto o el puerperio.

Negación de servicios de salud obstétrica de calidad.

Falta de consentimiento informado y respeto a la autonomía de la mujer.

Realización de procedimientos médicos innecesarios o sin el consentimiento de la mujer.

Trato humillante, ofensivo o discriminatorio por parte del personal de salud.

Falta de información clara y comprensible sobre los procedimientos médicos y las opciones disponibles.

Uso excesivo de intervenciones médicas sin justificación médica adecuada, como la cesárea o el uso de fórceps.

Negligencia en el manejo de emergencias obstétricas.

Asimismo, nos platicó que existen diferentes aspectos éticos y consideraciones a tener en cuenta al abordar esta cuestión, por ejemplo: se valora la importancia de respetar la autonomía y la capacidad de toma de decisiones informadas de la madre.

En el marco de los principios de autonomía y respeto a la dignidad, algunas corrientes bioéticas defienden que las mujeres tienen el derecho de tomar decisiones sobre su propio cuerpo y su salud reproductiva, siempre y cuando estén debidamente informadas sobre los riesgos y beneficios de las opciones disponibles.

Así también, el Doctor Darío Alejandro Papaqui quien a través de su canal: https://www.youtube.com/@DarioAlejandroPapaqui/videos brinda orientación e información a la sociedad, destacó que se debe considerar el principio de beneficencia, que busca maximizar los beneficios y minimizar los daños para la madre y el bebé. En algunos casos, los profesionales de la salud pueden tener preocupaciones en relación con los riesgos asociados a una cesárea innecesaria, como complicaciones quirúrgicas, recuperación más prolongada o mayor riesgo de problemas respiratorios para el recién nacido.

Finalmente puntualizó que debe tenerse en cuenta el principio de justicia, el cual busca garantizar una distribución equitativa y justa de los recursos y oportunidades de atención médica. En algunos contextos, las cesáreas innecesarias pueden generar costos adicionales para el sistema de salud y limitar el acceso a este tipo de procedimientos para aquellas mujeres que realmente los necesitan.

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