Muchas veces normalizamos que nuestros cachorros nos sigan a todos lados y que todo el tiempo quieran estar pegados a nosotros. Lo vemos como algo tierno y hasta sentimos su compañía más intensa, pero eso puede derivar en una conducta llamada hiperapego.
Está catalogada y diagnosticada como síndrome de ansiedad por separación en donde nuestra mascota tiene episodios de miedo y ataques de ansiedad cuando ven que nos alejamos un poco, pues le temen al abandono.
Es un caso que no todos los perros padecen, pero si es importante saber reconocerla para poder tratarla y evitar que nuestra mascota pase malos ratos. Aquí vamos a identificar síntomas o comportamientos para detectarla. Aunque siempre les decimos que es mucho mejor consultarlo con especialistas en el tema. En este caso, un veterinario.
Se ha detectado que cualquier cambio en su rutina o cualquier cambio dentro de la casa, puede detonar este apego. Algún cambio en el horario, la emancipación de un miembro de la familia, habitar un hogar nuevo, la llegada de otro perro o gato. Algo que los saque de su zona de confort o de su línea rutinaria es fatal para los perros, sobre todo las razas más sensibles.
Cuando nuestros peludos nos reciben de manera muy efusiva como si no nos hubieran visto en años, también es otra de las señales que durante el tiempo que no estuvimos la pasaron pegados a la puerta esperando nuestro regreso, aunque solo hayamos salido a la tienda.
Que conductas también son frecuentes para saber si nuestra mascota tiene estos apegos:
Comportamiento destructivo: Esto pude ir en un nivel leve de romper zapatos, sillones, cojines, morder patas de las sillas o rasguñar las puertas. Hasta llegar a un nivel más serio donde el mismo perro se autolesione y se muerde o choca con cosas de la casa.
Hacer sus necesidades dentro de la casa: Muchas veces creemos que fue porque tardamos demasiado y el perro simplemente no aguanto. Lo cierto es que el perro con hiperapego da a entender en este comportamiento rebelde que algo no le está gustando. Si conocemos a nuestras mascotas sabemos perfectamente que normalmente no harían esas conductas.
Saliva y jadea: Antes de salir o cuando nuestra mascota ve que estamos preparando las llaves y acercándonos a la puerta, comienza a ladrar y jadear o llorar y su salivación es excesiva. Aquí te está dando las señales para que sepas que no quiere que te vayas y que se está por tener un ataque de ansiedad.
Saldrá contigo: Si no desiste de su primera petición de quedarte en casa, al momento de abrir la puerta de la casa o del coche el perro también querrá ir de lo contrario se le vera muy incómodo y pondrá una posición como si fuera algún tipo de regaño o castigo.
Acciones para evitarlo
Podemos hacer un espacio en nuestro día para dedicarlo exclusivamente a la mascota, saliendo a caminar, dedicarle tiempo de juego o un momento de caricias y mimos en donde el perro sepa que tiene tu total atención.
En los casos extremos en donde nuestros perros ya lleguen a las autolesiones es importante acudir directamente con algún veterinario o algún entrenador certificado que nos indiquen cómo actuar ante esos casos. Si es un caso grave se puede llegar a recurrir a los fármacos.
Debemos informarnos y dejar de normalizar que nuestro peludo quiera estar sobre nosotros todo el tiempo. Si apenas empezamos a notar estas conductas, lo mejor será ponerles un freno desde el día en el que aparecen para que a la larga no les causemos estrés a nuestros perros.
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