La noche del pasado jueves, Ralph Yarl fue a recoger a sus hermanos a la casa de un amigo en Kansas City. Pero se equivocó de residencia, faltando sólo una cuadra de la dirección real.
Lamentablemente, al tocar el timbre de la que creyó que era la casa, le dispararon dos veces: una en el brazo y otra en la cabeza.
Dentro de su declaración a la policía, Ralph Yarl dijo que vio aparecer a un hombre detrás de la puerta después de tocar el timbre y, sin decir una sola palabra, le dispararon varias veces.
El joven gritó y corrió a las casas cercanas pidiendo ayuda, pero colapsó al final de la calle, así lo aseguraron varios testigos.
La persona que le disparó, un hombre octogenario, le dijo a los oficiales que disparó su pistola Smith & Wesson calibre .32 porque temía que alguien intentara entrar a su casa.
Tras una llamada al 911, una ambulancia llevó a Yarl a un hospital, donde permaneció internado hasta el domingo.
El joven Ralph Yarl es estudiante de tercer año de Staley High School y es descrito como “un excelente estudiante y un músico talentoso” por el superintendente de las escuelas de North Kansas City, Dan Clemens.
Además, Yarl es conocido por su amabilidad y comportamiento tranquilo, dijeron sus amigos y conocidos a The Washington Post.
“Es un gran tipo en todos los sentidos”, dijo un compañero de clase. “Los maestros lo aman. Los estudiantes lo aman. Todo el mundo ama a Ralph”.
¿Qué sucedió con el agresor?
Andrew Lester, el hombre que le disparó a Ralph, relató a la policía que estaba en la cama cuando escuchó que alguien tocaba el timbre. Dijo que pensó que un hombre negro de “1,82 metros de altura” estaba tratando de abrir su puerta, según la denuncia penal. Fue entonces cuando abrió fuego.
Lester le aseguró a los oficiales que “era lo último que quería hacer, pero estaba ‘muerto de miedo’” por el tamaño de la persona y su incapacidad para defenderse.
“Él creía que se estaba protegiendo de una confrontación física y no podía correr el riesgo de que entrara el hombre”, dice la denuncia. Estaba “visiblemente molesto y expresó repetidamente su preocupación por la víctima”.
Cuáles son los cargos que se presentaron
El fiscal del condado de Clay, Zachary Thompson, anunció que el agresor fue acusado de asalto en primer grado y acción criminal armada.
El asalto en primer grado es un delito grave de clase A, el nivel más alto en Missouri, y conlleva una pena de cadena perpetua. Por acción criminal armada pesa una pena de tres a 15 años de prisión.
Thompson aseguró que los fiscales no habían presentado cargos por intento de asesinato o delitos de odio porque “conllevan un rango de castigo más bajo que el que se le imputa actualmente al acusado”.
Las leyes de Missouri de “mantenerse firme” y “doctrina del castillo” dicen que los propietarios pueden usar la fuerza letal en un acto de defensa propia. Los expertos dijeron el lunes que los dueños de propiedades deben poder probar que se estaba produciendo una amenaza activa.
Qué pasó con el agresor
Lester fue arrestado el jueves por la noche, pero fue liberado horas después. Las autoridades indicaron que una ley estatal requiere que se presenten cargos contra un sospechoso dentro de las 24 horas posteriores al arresto o deben ser liberados.
“En este caso, estaba claro que era necesario realizar una investigación adicional para que pudiera construirse sobre una base sólida”, dijo Thompson en una conferencia de prensa.
Después de que los fiscales presentaran cargos el pasado lunes, se emitió una orden de arresto contra Lester y se fijó una fianza de 200.000 dólares. El martes por la tarde, Lester se entregó a la policía en el centro de detención del condado de Clay.
El tiroteo del jueves provocó una protesta generalizada por la aparente demora de los funcionarios en identificar y presentar cargos contra el tirador. El domingo, cientos de personas marcharon hacia la casa de Lester, exigiendo justicia.
La Casa Blanca confirmó que el presidente Biden habló con Yarl por teléfono y “compartió su esperanza de una rápida recuperación”. La vicepresidenta Kamala Harris indicó que tanto ella como su esposo, Doug Emhoff, estaban orando por Yarl y su familia.
“Seamos claros: ningún niño debería vivir con el temor de que le disparen por tocar el timbre equivocado”, escribió Harris en Twitter. “Todos los niños merecen estar seguros”.
El día de ayer, Lee Merritt, activista y abogado de derechos civiles, además de organizador comunitario, compartió una imagen junto a Ralph, asegurando que se está recuperando y que es un verdadero milagro que no haya sufrido mayores consecuencias.
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