Hola amigues, es temporada navideña y es la época en que muchas, muchos y muches, nos damos permiso para comer de todo. Pero no debe ser así; enfermedades como la diabetes van al alza y esta es provocada, entre otras muchas cosas, por entrarle a los azúcares y a los carbohidratos, ya saben: cubitas con coca, ponche con piquete, harinas, pastas, papitas y bla bla bla.
¿Pero qué tendrá que ver el Sr Elon y Tw en esto?
Pues Twitter provocó alegría entre muchos diabéticos y una tragedia en el corporativo que produce la insulina.
La farmacéutica Eli Lilly se desplomó más de un 4% en Bolsa después de anunciar en Twitter que la insulina pasaba a ser gratis. Solo que no era Eli Lilly. Era una cuenta con ese nombre verificada por Twitter con la marca azul, que ahora otorga a quienes paguen 7,99 dólares al mes.
Las prisas de Elon Musk provocaron que Twitter lanzase su servicio de pago por la marca azul de verificación sin los filtros adecuados y ahora se pueden encontrar cuentas de celebridades con la anhelada palomita azul, pero en realidad son charlatanes.
Un falso LeBron James verificado ha pedido irse de Los Angeles Lakers. Lockheed Martin ha anunciado que deja de vender armas a Estados Unidos, Israel y Arabia Saudí y se ha desplomado un 5% en Bolsa. Un nuevo George W. Bush ha dicho que “echa de menos matar iraquíes”. Hay hasta un Jesucristo “verificado”. El caos desatado por los impostores con la marca azul ha llevado a la empresa a suspender la opción, aunque nadie sabe por cuánto tiempo.
Dicen los que hacen números que producir la insulina es barata y que los inventores de la insulina vendieron su patente en 1923 por 1 dolarcito para salvar vidas y no para hacer rico a los dueños de la farmacéutica Ely Lilly.
Hoy en día es mucho más barato producir insulina que en 1923 y los 14 mil millones de dólares que perdió la farmacéutica por ese héroe sin capa que invirtió 7.99 dólares para verificar una cuenta falsa, no significan gran cosa.
Elon Musk, que se quejaba de la cantidad de bots y cuentas falsas que había en Twitter, resulta que ahora tiene cuentas falsas verificadas en la que se suplanta la identidad de empresas y personalidades.
Las cosas ya volvieron a la normalidad: la insulina se vende a precios inalcanzables para muchos, la farmacéutica va recuperando los dólares perdidos y Elon Musk sigue en ese proceso de ensayo y error.
La Chica Única