El uso del cannabis en la gastronomía va más allá de un delicioso sabor, sino que busca una experiencia única y se adapta a lo que cada consumidor desea.
A lo largo de la historia, el uso del cannabis se ha visto involucrado en alimentos, fibras, aceites, medicina, así como para uso recreativo.
Los historiadores tienen dificultad para identificar en qué momento se juntó el cannabis y la gastronomía, ya que algunos piensan que el consumo de cannabis como alimento comenzó hace más de 50 mil años cuando el humano estaba apenas descubriendo qué plantas eran tóxicas y cuales eran comestibles.
Hoy en día si pensamos en comestibles de cannabis es muy común relacionarlos con brownies o gomitas, pero antes de esto ya existían otro tipo de preparaciones como:
Bhang: Es una bebida originaria de la India y se remonta al año 1000 a.c. siendo una de las primeras preparaciones con cannabis. También conocido como Bhang Goli es una mezcla de semillas de cannabis, agua y otras especias.
Esta preparación ha sobrevivido el paso del tiempo, y hoy en día sigue formando parte esencial de la celebración hindú, Holi.
Majoun: Uno de los comestibles sólidos más antiguos registrado, se remonta a finales del siglo I y principios del siglo II.
Era conocido en varios países del medio oriente y consistía en una mezcla de cannabis previamente descarboxilado (cannabinoides activados) y otros productos comestibles.
Las mezclas modernas se componen de nueces finamente picadas, especias, miel, puré de frutas secas, mantequilla y kief o hachís, todo prensado en una bola y enrollado en cacao en polvo o coco.
Durante los próximos dos mil años, los comestibles de cannabis pasan relativamente a la clandestinidad.
Hay algunos incidentes de mención honorífica en «revistas médicas» medievales que prescriben tés y papillas con productos de cannabis que fueron diseñados para mejorar el estado de ánimo del consumidor, pero en su mayor parte, la gente no hablaba mucho sobre el cannabis y menos de recetas utilizando esta planta y sus propiedades como ingrediente activo.
Para los 1800 muchos escritores europeos y estadounidenses prolíficos estaban comiendo cannabis, en gran parte basado en el majoun.
Era tanto el auge que la compañía Gunjah Wallah Company suministró durante casi 40 años caramelos combinados con hachís y miel de maple a todo Estados Unidos; estos eran vendidos sin receta y se mostraba en los en los catálogos de Sears-Roebuck, así como en periódicos como «un estimulante muy placentero e inofensivo».
Para el cambio de siglo, se estaba formando una opinión pública negativa contra el consumo de cannabis y la producción de dulces se detuvo.
Para el siglo XIX en Jamaica, la dieta ital rastafari, derivada de «vital», evita los alimentos procesados, la carne, el azúcar, los productos lácteos y el alcohol en favor de las frutas y verduras frescas incluyendo el cannabis que hoy en día sigue siendo central en la cocina rastafari.
También fue en este siglo donde comenzó la prohibición del cannabis y el famoso libro de cocina “The Alice B. Toklas Cookbook” que se hizo conocido gracias a una receta de pudin de chocolate que después se convertiría en la primera receta de brownies con cannabis.
En la actualidad, el cannabis y la gastronomía van más allá de simples recetas o mezclas análogas.
Cada día vemos más adopción de este nuevo ingrediente en las cocinas de chefs y en las recetas de distintos lugares cuyo objetivo es crear una experiencia alrededor de los sabores y efectos que puede aportar el cannabis a los diferentes platillos.
Gracias a toda la información con la que hoy en día contamos, en la sociedad se ha visto un cambio por incluirla en nuestra vida diaria, lo vemos en la televisión, restaurantes, tiendas especializadas y hoteles, mostrando que el consumo en comestibles no es algo negativo, y que va más allá porque ofrece la posibilidad de adaptarse a la experiencia que cada consumidor busca.
Canncura, la startup líder de esta industria en México, considera importante recordarle a los consumidores que el cannabis aún no está 100% regulado en el país; sin embargo, refuerza nuestra misión con crear conciencia sobre el tema, con el objetivo de obtener distintas propuestas que ayuden al medio ambiente y al ser humano.
FUENTE: CANNCURA
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