En México el 5 de febrero celebramos la promulgación de la constitución política, uno de los documentos más importantes en la historia mexicana que es la que nos rige actualmente y aunque muchos se refieren a ella como la carta magna, lo cierto es que es el documento donde se encuentran establecidos los derechos y obligaciones que tenemos como mexicanos.
La revolución mexicana fue un proceso que inicio con las ideas de grupos liberales que en los albores del siglo XX se opusieron al gobierno del dictador Porfirio Díaz y demandaron el cumplimiento de las leyes de reforma. La dictadura de Díaz había logrado estabilidad política y crecimiento económico a costa de suprimir las libertades y reprimir todo movimiento opositor, la concentración de la riqueza y el poder aumentaron la desigualdad social y la pobreza de la mayoría de la sociedad mexicana.

La revolución fue un proceso formado por varias revoluciones paralelas en contra de la dictadura y la contrarrevolución encabezada por Victoriano Huerta. En su primera etapa iniciada por Francisco I. Madero fue una lucha política que logro derrotar en seis meses al dictador, Madero estableció un gobierno democrático, pero fue derrocado un par de años después por el cuartelazo de Victoriano Huerta.
Esta es la razón por la que surgieron movimientos en varias partes del país con la finalidad de derrocar a Huerta, liderados principalmente por Emiliano Zapata, Francisco Villa que eran de procedencia popular y por el entonces gobernador de Coahuila Venustiano Carranza un experimentado político, quien llamo a un movimiento nacional, el constitucionalismo, para establecer el orden a partir de la constitución ya que con legalidad el país encontraría la paz y daría la atención a las demandas de justicia del pueblo de México, creando al ejército constitucionalista que lo nombró Primer Jefe de la Revolución.
Una vez derrocado Huerta los lideres revolucionarios hicieron visibles sus diferencias, inicio así una lucha entre estas distintas facciones que termino en una serie de guerrillas. Zapata y Villa continuaron las luchas armadas mientras Carranza se enfocó en su proyecto constitucional.
Carranza lanzo la convocatoria para formar un congreso constituyente y en consecuencia nombrar a diputados que representaran a todos los estados del país, la fórmula para hacerlo fue de un diputado por cada sesenta mil habitantes. La convocatoria fue un éxito y la mayoría de los grupos políticos del país enviaron a sus representantes siempre que no fueran contrarios al proyecto.

En octubre de 1916 en el teatro Iturbide de la ciudad de Querétaro, hoy llamado teatro de la República se reunieron los diputados para dar inicio a los trabajos del constituyente, conformando un grupo muy diverso con integrantes de muchas facciones políticas, mineros, maestros, campesinos, obreros y periodistas donde todos tuvieron la oportunidad de expresar sus demandas teniendo como resultado un documento con perfiles sociales.
Muchas de las exigencias que dieron origen a la lucha armada fueron plasmadas en el nuevo documento destacando los siguientes artículos: el tercero que garantiza una educación gratuita y laica en las escuelas del estado, el vigésimo séptimo que habla sobre propiedad de la tierra y agua señalando la repartición de tierras a campesinos y el ciento veintitrés que otorga derechos laborales a todos los obreros. Tras dos meses los trabajos concluyeron y el 5 de febrero de 1917 Venustiano Carranza en su carácter de Primer Jefe de la Revolución encargado del poder ejecutivo promulgó la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos en el teatro de la república de la ciudad de Querétaro.
Cabe mencionar que la constitución mexicana fue la primera en el mundo en incluir derechos laborales, siendo un ejemplo para otras naciones e incluso en 1919 la república de Weimar se basó en la constitución mexicana para legislar en torno a derechos laborales.
Ricardo Rugerio