El estrés es conocido por ser un mecanismo que utiliza nuestro organismo ante cualquier demanda o desafío.
Un ejemplo de ello puede ser un bajo rendimiento en el trabajo o un cambio vital importante. En cualquier caso, hay datos sobre el estrés que posiblemente todavía no conozcas.
Se trata de uno de los males del siglo XXI, lo sufrimos casi todos en algún momento de nuestras vidas y puede hacernos sentir agotados, padecer insomnio o dolores de cabeza. Pero, ¿conoces todos los efectos del estrés? Aquí te los presentamos.
- Desde el 2017, cifras de la Organización Mundial de la Salud indican que los mexicanos son las personas más estresadas del mundo por su trabajo. Nuestro país tiene el primer lugar en estrés laboral, por encima de naciones como China y Estados Unidos, las dos economías más grandes del planeta. De acuerdo con datos de la Bolsa de Trabajo en México OCC Mundial, en 2019 el estrés crónico en los centros laborales afectó a más de 40 por ciento de sus integrantes; en 2021 se incrementó a 63 por ciento.
La pandemia de la COVID-19 también aumentó trastornos mentales en los mexicanos como el estrés laboral que provoca molestias gastrointestinales, alteraciones de sueño, dolor de cabeza, reacciones conductuales y/o miedos, pero también a incrementar experiencias de acoso laboral. - Cuando sufrimos estrés, el cuerpo puede experimentar una serie de cambios específicos.
Si últimamente sientes que te llaman especialmente la atención los alimentos calóricos, quizá se deba a una etapa de mayor estrés. Ante el estrés, el cuerpo moviliza energía y produce cortisol. Además, podemos sentirnos atraídos hacia aquellos alimentos calóricos que puedan ofrecernos un aporte extra de nutrientes, lípidos y carbohidratos. Así es como el cuerpo se prepara para afrontar con éxito las amenazas. - Las redes de memoria de tu cerebro almacenan y organizan la información. Sobre todo durante el sueño se produce un cribaje esencial para el aprendizaje y la consolidación de los recuerdos. Si estar estresado se acompaña de insomnio, este aprendizaje puede verse comprometido. De hecho, según la American Psychological Association, el estrés diario aumenta la asociación que se produce entre el deterioro cognitivo y los problemas de memoria cotidianos.
- La regulación emocional se ve comprometida cuando nos enfrentamos a periodos de estrés continuado. Esto se debe al agotamiento emocional y el desgaste que se va acumulando. Es posible que si atraviesas una temporada de estrés notes que controlas peor tus emociones. Algunas personas pueden sentirse especialmente propensas al llanto, o a la ira. Si esto te sucede, es señal de que tu sistema nervioso y tu cerebro necesitan un descanso.
- Las células se ven afectadas por el estrés debido a que el sistema inmunitario no realiza su trabajo como corresponde. Por ello, podemos ser más vulnerables a las enfermedades infecciosas de todo tipo, desde un resfriado hasta el herpes, tal y como indican estudios como el publicado en 2001 en la revista Medical Hypotheses.
También puede alterar las bacterias digestivas provocando inflamaciones frecuentes, estreñimiento o cólicos. En el caso de la piel, puede provocar un aumento de la sensibilidad elevando la incidencia de irritaciones. Todo ello relacionado con la disminución en las defensas del cuerpo.
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