viernes, abril 19, 2024
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Todo lo que no te han contado sobre el lado oscuro de los orgasmos

Si creías que llegar al clímax cuando tienes relaciones sexuales es sinónimo de disfrutar, estás equivocado. Este estudio demuestra que hay personas que sufren.

Cuando pensamos en los orgasmos es fácil desarrollar la idea de que llegar hasta el clímax es una de las sensaciones más beneficiosas y placenteras del mundo, pero nos equivocamos. No siempre es así.

Según algunos científicos existe una clase de éxtasis que muchos no desean porque les hace sentir culpables o avergonzados. Un estudio, publicado en ‘Archives of Sexual Behavior’, recogió datos a más de 700 personas sexualmente activas y descubrió una variedad sorprendente de razones por las que no habían disfrutado como deberían haberlo hecho.

Los expertos aseguran que su investigación va en contra de la idea común de que el sexo que provoca un enorme orgasmo es automáticamente bueno. «El éxtasis es una reacción física y no siempre refleja el estado mental o el nivel de disfrute de alguien», explican en ‘The Daily Mail’. Los datos revelaban además que las parejas que se ven obligadas a tener relaciones sexuales, tienen sexo consensuado pero no deseado y se sienten presionados a un clímax que no pueden disfrutar del todo.

Físico, pero no emocional

«Parece haber una suposición generalizada de que los orgasmos en las relaciones acordadas son siempre positivas», afirma la psicóloga de la Universidad de Michigan, Sara Chadwick. «Pero la investigación nunca había explorado la posibilidad de que pudieran ser negativos en algunas circunstancias. Nos interesó explorar si podrían existir algún tipo que fuera ‘malo’, ya que descubrimos en otros estudios que el clímax puede ser mucho más complejo de lo que la gente tiende a pensar», comenta.

Obligar a alguien a que siga teniendo sexo hasta el orgasmo cuando no quiere continuar puede hacer que se sienta coaccionado o ignorado.

Junto con el profesor Sari van Anders, de la Universidad de Queen en Canadá, Chadwick encuestó a un total de 726 personas sobre sus vidas sexuales. Otros 289 de los que dijeron que habían tenido orgasmos negativos fueron interrogados con más profundidad. Algunos explicaron que se habían sentido presionados para llegar al clímax, lo que les había quitado la diversión, mientras que otros afirmaron que los hacía sentir separados de sus sentimientos reales sobre una experiencia sexual. Además, las personas incómodas o que actúan en contra de su orientación sexual o identidad de género podían encontrar que esta sensación era muy desagradable.

Masculinidad y responsabilidad

Las personas religiosas sugirieron que se sintieron traicionadas por su propio cuerpo o avergonzadas después del acto. Uno de los participantes bisexuales aseguró que tuvo un orgasmo no placentero después de que una mujer lo presionó socialmente: «No me sentía realmente atraído por ella, pero llevaba mucho tiempo sin tener relaciones sexuales y vino a mí. Me sentí obligado a hacerlo porque comenzó a llorar preguntándome por qué no podía llegar al orgasmo. Eso hizo mella en mi estado de ánimo porque no fue una buena experiencia. Sentí alivio más que placer«.

El trabajo previo de Chadwick y el profesor van Anders sugirió que los hombres que presionan a las mujeres para que tengan un orgasmo ven el clímax de su pareja como un logro de masculinidad. «No pasa nada si tienes sentimientos encontrados o incluso totalmente negativos sobre un encuentro sexual en el que tuviste un orgasmo», comentan.

Además, otro estudio publicado por la Universidad de Michigan afirma que si ellas consiguen tenerlo, ellos confirman su ego y superioridad. Los investigadores llegaron a la conclusión tras entrevistar a 810 varones a quienes sometieron a ejercicios de orgasmos imaginarios. Con cada una de las respuestas confirmaron que el sexo y satisfacer a sus parejas al 100% los estimula y que, además, se sienten responsables del placer de ambos.

«El orgasmo es una reacción física y no siempre refleja el estado mental o el nivel de disfrute de alguien».

Los investigadores concluyeron que las personas no deberían asumir que su pareja ha disfrutado del sexo solo porque tienen orgasmos, ya que pueden ser físicos pero no emocionales. «Llegar al clímax no significa que te haya gustado la relación o lo que estaba sucediendo», explican.

«Continuamos investigando cómo estas experiencias afectan a la sexualidad, relaciones y salud psicológica. Para ‘buenos clímax’ las personas deben escuchar las necesidades de su pareja para que puedan comunicarse de manera no verbal. Obligar a alguien que continúe teniendo relaciones sexuales hasta el éxtasis cuando no quiere seguir puede hacer que el otro se sienta coaccionado, ignorado o negativo sobre el encuentro».

Anorgasmia

Alrededor del 20% de las mujeres en España padece esta enfermedad, lo que significa que no ha experimentado nunca un orgasmo (primaria) o que los ha tenido con anterioridad pero, por algún motivo, ha dejado de sentirlos o los tiene de vez en cuando (secundaria).

Un estudio confirma que el sexo y satisfacer a sus parejas al 100% estimula a los hombres. Además, se sienten responsables del placer de ambos.

En ninguno de los dos casos existe una incapacidad física para tenerlo. Solo hay que encontrar las maneras para volver a estimular (las féminas tienen infinidad de puntos erógenos repartidos por todo el cuerpo), sentir y disfrutar de la sexualidad. La anorgasmia puede aparecer por diferentes motivos, pero está relacionada sobre todo con los bloqueos mentales.

En la mayoría de los casos la mujer se «agobia» cuando empieza a no gozar plenamente de los encuentros, lo que empeora su capacidad de sentir orgasmos y puede conducirle a entrar en una especie de círculo vicioso. Habla con tu pareja tranquilamente y sin tabús, explora tu propia sexualidad acude a un especialista, pero no te preocupes, tiene solución.

El Confidencial.

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