Sentirse incómoda en los momentos de intimidad con tu pareja es más habitual de lo que crees y puede deberse a diversos factores psicológicos, físicos y sociales. Por eso queremos ayudarte a descifrar las causas para poder superarlas, ¿te animas?
De hecho aún en estos días muchas mujeres no consideran que sea un problema no tener deseo sexual, ni orgasmos y desconocen todo su potencial sexual. Hay que tener en cuenta que la sexualidad ha sido un tabú y un tema lleno de complicaciones, por eso a veces es necesario que un profesional determine cómo influyen en ti las creencias y el comportamiento que tienes. Nunca dejes de cuestionar aquellos tabúes que te impiden disfrutar sexualmente.
El miedo a tener relaciones sexuales es un problema que pudiera parecer extraño para quienes gozan de una vida sexual activa y plena, pero es una realidad en algunas personas, quienes por diversos motivos, evitan entrar en contacto íntimo con otros individuos.
Algunos especialistas comentan que usualmente las causas de una posible disfunción sexual suelen ser más de origen psicológico que físico. Si acudes a un ginecólogo ante la presencia de problemas a la hora de mantener relaciones sexuales, te harán pruebas que descartarán cualquier tipo de problema físico y tendrás que empezar a buscar en tus creencias el origen de este problema, para poder superar el miedo al sexo y las inhibiciones.
Algunos de los problemas sexuales que se ocultan a menudo es el miedo a enfrentarse a una relación, temor a la penetración (complejo de Dafne), tener miedo de mostrar tu cuerpo tal y como es, o simplemente porque la intimidad implica el salto a la escala de valores o creencias culturales y religiosas con las que has crecido, que son factores que inciden de manera significativa a la hora de estar a solas con la pareja.
¿Cómo saber si tengo miedo al sexo?
Si al intentar una penetración no tienes dolor, solo ante el acercamiento a la vagina anticipas el dolor. No es dolor lo que sientes, pero sientes miedo y a veces sin saber exactamente a qué. El vaginismo es el miedo al dolor, por eso mismo es posible que tengas problemas con los tampones, diafragmas, espermicidas etc.
Si no hay dolor pero sí te da miedo la penetración, no niegues este problema y empieza por tratar de detectar que es lo que te causa realmente esta incomodidad y no dudes en consultar a un especialista.
¿Cómo enfrentarse a ello?
En primer lugar recuerda que no estás sola ni eres la única persona en el planeta a la que le sucede esto, no dudes en comentarlo o en acudir con el especialista.
Si tu problema es que eres demasiado exigente contigo misma, la estrategia consiste en dejar de estar tan pendiente de lo que haces y pensar que disfrutar es cosa de dos.
En cambio, si tu miedo proviene de ciertos complejos físicos, la solución está en aceptarte tal y como eres. Por suerte, en esto tienes una ventaja: si alguien está teniendo relaciones contigo es porque le gustas, con o sin ropa.
Ten en cuenta que, según una encuesta de la revista Cuore el 81% de ellos nos prefieren al natural, sin tantas complicaciones. Así que libérate de complejos y autoexigencias a la hora de la intimidad con tu pareja y disfrutarás mucho más este aspecto de tu vida.
