jueves, abril 18, 2024
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San Juan, el único de los apóstoles que murió por la edad y no por martirio

San Juan acompañó a Jesús en su camino al calvario y fue a él a quien encomendó a su madre María.

¿Sabes quién es el apóstol más querido por Jesús? En esta ocasión en Revista Única hablaremos de san Juan Apóstol uno de los primeros en unirse a Jesús, es patrono de los teólogos y escritores, su fiesta es el 27 de diciembre, en ocasiones se le confunde con San Juan Bautista, pero son dos personas distintas, es más fue discípulo de este último junto con Andrés. Yohanan su nombre en hebreo significa “El señor es misericordioso”.

Nació en Galilea es hijo de el Zebedeo y su madre es posiblemente Salomé, es hermano de Santiago el Mayor otro de los 12, a ambos Jesús los llamaba con el sobrenombre de Boanerges que quiere decir los “hijos del trueno” debido a su entusiasmo y fogosidad.

Además de que estos dos apóstoles un día fueron a pedir hospedaje en un pueblo de samaritanos, quienes odiaban a los judíos y en ese lugar nadie les quiso proporcionar nada. Entonces le pidieron a Jesús que les mandara a aquellos maleducados samaritanos algunos de los rayos que tenía desocupados por las nubes, Jesús tuvo que regañarlos porque no habían comprendido todavía que él no había venido a hacer daño sino a salvar a la humanidad. Más tarde los dos hermanos que eran tan vanidosos y mal geniudos, cuando recibieron el Espíritu santo se volvieron humildes y sumamente amables y bondadosos.

Ambos eran pescadores al igual que su padre eran robustos y vigorosos, cabe destacar que Santiago fue decapitado por orden de Herodes Agripa, en el año 42, pero Juan alcanza una longevidad casi centenaria. Por ser el más joven de los apóstoles lo representan con una figura femenina y enfermiza cosa falsa.

Juan y Andrés fueron discípulos de Juan el Bautista, estuvieron presentes en el bautizo de Jesús y cuando el Bautista señaló a Jesús y decía “Este el cordero de Dios, que quita el pecado del mundo” se fueron detrás de él; al percatarse Jesús de la presencia de los dos hombres les preguntó ¿qué buscan? Estos respondieron “Señor ¿dónde habitas?”. Jesús les dijo “Vengan y verán”. Y así se fueron con él y estuvieron en su compañía toda la tarde recibiendo sus enseñanzas.

Unos días después estaba con su hermano Santiago, Simón Pedro y Andrés, remendando las redes a la orilla del lago cuando pasó Jesús y les dijo “Vengan conmigo y los haré pescadores de almas”; en ese momento dejaron a su padre y su pequeña empresa, para seguir a Jesús.

Juan se distinguió por su temperamento sereno y por su elevado talento lo que lo hizo un gran teólogo. Pedro, Santiago y Juan formaron el grupo predilecto de Jesús, ya que ellos presenciaron su transfiguración, además de acompañarle en el momento de la resurrección de la hija de Jairo y la agonía en el Getsemaní.

Al ver la mamá de Santiago y Juan que Jesús los prefería tanto y aconsejada por ello dos, que eran bien orgullos, se atrevió a pedirle al Señor una gracia muy especial, que cuando él empezará a reinar, nombrara a Juan primer ministro y a Santiago ministro también, Jesús le respondió que el señalar los primeros puestos en el Reino de los cielos le correspondía al Padre Celestial y que estos ya estaban determinados para otros. Los demás apóstoles se indignaron contra estos dos vanidosos pero Jesús aprovechó aquella ocasión para recordarles que en el Reino de los cielos ocuparán los primeros puestos los que se hayan dedicado a prestar servicios humildes a los demás.

Fue elegido Juan para acompañar a Pedro a la ciudad a fin de preparar la cena de la última Pascua y en el curso de aquella cena Juan reclinó su cabeza sobre el pecho de Jesús y fue a él quien el maestro le indicó, no obstante que Pedro fue quien le preguntó el nombre del discípulo que le habría de traicionar. Es creencia general que era Juan aquel otro discípulo que entró con Jesús ante el tribunal de Caifás, mientras Pedro se quedaba afuera.

Cabe mencionar que fue el único que estuvo al pie de la cruz con la Virgen María y otras piadosas mujeres y fue a él quien recibió el encargo de tomar bajo su cuidado a la Madre del Redentor y desde ese momento el discípulo la tomó como suya, la honro y la cuidado. Así mismo comprobó que el sepulcro estaba vacío en la misma mañana de la Resurrección.

Después de la resurrección de Cristo, cuando la segunda pesca milagrosa, Juan fue el primero en darse cuenta de que el que estaba en la orilla era Jesús su maestro, luego Pedro le preguntó a Jesús señalando a Juan “¿Y éste qué será?”, y el maestro le respondió “Y si yo quiero que se quede hasta que yo venga, a ti qué?, con esto algunos creyeron que el Señor había anunciado que Juan no moriría, pero lo que anunció fue que se quedaría vivo por mucho tiempo hasta que su reinado se hubiera extendido por el mundo; y en efecto vivió mucho y fue el único de los apóstoles que no lograron matar sus perseguidores.

Ya que había recibido al Espíritu Santo en Pentecostés, Juan con Pedro un día iban hacia el templo y un hombre pobre y paralítico les pidió una limosna, a cambio le dieron su curación de su enfermedad y con esto convirtieron a cinco mil personas, pese a esto los apóstoles fueron llevados al tribunal supremo de los judíos que les prohibió hablar de Jesucristo, entonces Pedro y Juan les respondieron “Tenemos que obedecer a Dios, antes que a los hombres”. Los encarcelaron, pero un ángel llegó y les dio la libertad. Otra vez los pusieron presos y les dieron 39 azotes a cada uno. A su salida de la prisión continuaron predicando por todas partes.

Para cumplir el mandato de Jesús en la cruz junto con la Virgen María se fue a evangelizar a Éfeso y la acompaño hasta la hora de su muerte. Se cuenta que San Juan sufrió en Roma a manos del emperador Dominiciano la terrible prueba del aceite hirviente, se dice que esto ocurrió en la Puerta Latina o mejor dicho, el espacio que ocupó más tarde dicho portazgo romano; un campo de las afuera de la Urbe, al principio de la vía que atravesaba el Lacio.

El venerable anciano fue arrojado con las manos atadas, en una gran caldera llena de aceite que hierve y chisporrotea, sus verdugos atizaban el fuego y le contemplaban estupefactos, rezar, el mártir con los ojos fijos en el cielo, sereno, intacto y alegre; se desiste traer más leña y de revolver el brasero; es inútil nada puede hacer daño a la carne de aquel hombre prodigioso, el fuego le respeta y el aceite que arde es para él como un roció; al salir del martirio se ve más joven y más sano, entonces es desterrado a la isla de Patmos en el mar Egeo, un lugar árido, donde escribió el Apocalipsis. A la muerte de Dominiciano amparado por una amnistía general regresó a Éfeso.

Así a su regreso escribió el Evangelio según San Juan, sus emblemas son el águila por su visión mística elevada y un libro por sus escritos llenos del Espíritu Santo. Es autor del cuarto Evangelio, tres cartas que llevan su nombre en el Nuevo Testamento y del Apocalipsis.

Se cuenta que Aristodemus, el sumo sacerdote de Diana en Éfeso lanzo un reto a San Juan para que bebiese de una copa que contenía un líquido envenenado, el apóstol tomó de este sin sufrir daño alguno y a raíz de este milagro se convirtieron muchos incluyendo al sumo sacerdote con este incidente se funda la costumbre de popular que aun prevalece sobre todo en Alemania de beber la Johannis-Minne, la copa amable o poculum charutatis, con la que se brinda en honor de San Juan. En el ritual medieval hay numerosas fórmulas para ese brindis y para que al beber la Johannis-Minne, se evitaran los peligros, se recuperara la salud y se llegara al cielo.

El evangelista al parecer muere después del año cien después de Cristo y es un modelo a seguir para muchos escritores y teólogos. Se le venera en las iglesias católica su fiesta el 27 de diciembre, ortodoxa se festeja el 26 de septiembre y copta donde se venera el 29 de diciembre.

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