Prevalece en el ambiente internacional la tendencia hacia una mayor desaceleración en el crecimiento económico mundial, acompañada por conflictos comerciales, escaladas bélicas e incertidumbre y volatilidad. En estas condiciones, la economía nacional deberá fortalecer sus bases de crecimiento, perseverar en la estabilidad, elevar la capacidad de inversión en el corto plazo y mantener una postura fiscal acorde con un escenario de estancamiento que evite crecimientos negativos.
El INEGI dio a conocer el Indicador Global de la Actividad Económica (IGAE), el cual muestra la tendencia del desempeño económico y permite conocer y monitorear mensualmente de manera oportuna la evolución del sector real de la economía en el corto plazo, tomando en cuenta información preliminar y parcial a partir del Sistema de Cuentas Nacionales de México (SCNM).
En términos anuales, el IGAE registró una caída real de -0.4% en el mes de agosto respecto al mismo mes de 2018. Las actividades secundarias se redujeron -1%, las terciarias lo hicieron en -0.1% y las primarias se incrementaron 0.9%.
En agosto de 2019, el IGAE aumentó apenas 0.1% en términos reales respecto al mes previo con cifras desestacionalizadas. Por grandes grupos de actividades, las primarias disminuyeron -2.6%, las terciarias no reportaron variación y las secundarias ascendieron 0.8%.
Los resultados favorables en el mes de agosto se deben a la producción industrial del país, la cual logró una ligera recuperación luego del retroceso que reportó en julio, gracias al crecimiento mensual en tres de sus cuatro componentes.
Según el INEGI el indicador mensual de la actividad industrial (minería; generación, transmisión y distribución de energía eléctrica, suministro de agua y de gas por ductos al consumidor final; construcción y las industrias manufactureras) creció 0.8% en términos reales durante agosto de 2019 respecto al mes previo, después de que en julio había reportado un retroceso mensual de 0.3%, con base en cifras desestacionalizadas.
La situación económica actual sigue siendo de profunda debilidad, con una inflación hacia delante que parece no mostrará presiones por el lado de la demanda, acarreando que el Banco de México continúe relajando su política monetaria y descienda el nivel de la tasa de interés. Además, la inflación ha logrado colocarse en el rango del objetivo de 3% y en los próximos meses podría registrar niveles por debajo de ese umbral.
Aunque la respuesta del gobierno federal ha sido tardía, pues no reconoció a tiempo la emergencia de la situación, un dato relevante positivo que debe tomarse en cuenta para 2020 es que la Secretaría de Hacienda había informado el 29 de julio pasado que a través de las Acciones para Apoyar la Economía se invertirían recursos por un total de 485 mil millones de pesos para la creación de infraestructura, el impulso de la inversión física y el consumo privados, así como adelantar los procesos de licitación del gobierno federal.
En este contexto, el 24 de octubre Hacienda dio a conocer que fueron iniciados 873 procesos de licitación asociados a recursos presupuestados para 2020 que representarían un monto de 8 mil 767.5 millones de pesos de inversión. Además, cinco proyectos de infraestructura carretera de asociaciones público-privadas (APP) podrían representar alrededor de 18 mil 850 millones de pesos también en gasto en inversión.
La intención del gobierno federal es que las empresas ganadoras inviertan en recursos materiales y humanos desde este año y el impacto económico de acciones recurrentes programadas para 2020 se detone a finales de 2019. Estos anuncios resultan importantes para retomar la dinámica de la inversión y lograr que los recursos privados contribuyan a ello. Esperemos que con la ley de ingresos y el presupuesto de egresos federal para 2020 existan mejores condiciones para aumentar el crecimiento.
