¿Sabías que conforme a una encuesta del INEGI, 69.8 por ciento de la población nacional de entre 6 y 17 años se conecta a internet con cualquier dispositivo tecnológico?
Cuando los adultos estamos ocupados y necesitamos tiempo nos acordamos de ese maravilloso invento: El iPad, la Tablet, el teléfono, la televisión, los juegos de video y creemos que no podríamos vivir o sobrevivir sin ellos, pero debemos pensar en nuestros padres una generación que creció muy bien sin estos aparatos electrónicos.
El ser humano es adaptable y muy fácil es adaptarnos a la comodidad, pero también nos mal acostumbramos a la facilidad que tenemos al alcance.
Hoy en día debido a esta “pandemia” los niños están pasando más tiempo enfrente de esta tecnología pues desde todo tipo de clases.
Hasta las clases escolares son impartidas por este medio y claro que es muy provechoso poder utilizar la tecnología para este tipo de propósitos porque aun estando aislados también podemos sentirnos acompañados y quizá no perder ese estudio tan valioso.
Pero qué sucede si además de estudiar estamos tomando los “recesos” frente a un dispositivo electrónico, aparentemente creemos que no pasará nada pues es como “si fueran a la escuela “o a su “clase de baile”.
Desafortunadamente no es así, todos los dispositivos electrónicos emiten luz azul que incrementa la degeneración macular relacionado con la visión, esta luz penetra hasta la retina, lo que también tiene conexión con el cerebro y evita que la producción de la hormona del sueño comience.
Se recomienda normalmente el uso limitado de cualquier tecnología en niños menores de 5 años, de preferencia sería que no lo utilizaran.
¿Imposible? No lo es, el problema somos los adultos que estamos ya esclavizados para utilizarlos como herramienta de nuestra vida diaria. – Liliana Amaro, Fundadora de Zzleep my baby.
Recomendaciones
Liliana Amaro recomienda a cualquier familia que quiera comenzar a dormir mejor y con una rutina ideal eliminar el uso de aparatos electrónicos durante las tardes, si no es posible mínimo una hora antes de ir a dormir.
Sabemos que muchas familias ponen películas antes de dormir.
Incluso Liliana recuerda que su mejor amiga tenía que dormir con la televisión prendida pues la pantalla de fin de programación, si esa de rayas de colores y sonido gris era lo que hacía que su amiga durmiera mejor.
Suena increíble pero estos hábitos existen en muchas familias y por su puesto crean malas costumbres.
La salud es muy importante y los buenos hábitos a la hora de dormir influyen mucho en el comportamiento y la regeneración física, tratemos de pasar más tiempo con nuestros hijos que mirando pantallas, prestemos atención, escuchemos y aprendamos a jugar.- Liliana Amaro
Cuando un niño tiene problemas para irse a la cama, despierta durante la noche, tiene pesadillas y pasa mucho tiempo frente a un dispositivo electrónico es fácil diagnosticar el ¿Por qué?
No se trata de satanizar a la tecnología y a los dispositivos electrónicos, pero sí de crear buenos hábitos ya que con un uso adecuado, reglas y supervisión pueden llegar a ser muy amigables y útiles.