jueves, marzo 28, 2024
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Peña de Bernal, uno de los monolitos más grandes del mundo

Peña de Bernal es el tercer monolito más grande del mundo, luego del Peñón de Gibraltar en el mar Mediterráneo y del Pan de Azúcar en Río de Janeiro, Brasil, se encuentra en el pueblo de Bernal que pertenece al municipio de Ezequiel Montes en el estado de Querétaro; de acuerdo a estudios realizados, la peña se formó a partir de un volcán que agotó su actividad, posteriormente la lava del interior se volvió sólida y la erosión que sufrió a través de los años hizo desaparecer los restos del volcán; y el magma sólido que quedó es lo que constituye y da forma al monolito.

El nombre proviene de la palabra “Vernal” de origen árabe o vasco y los españoles la utilizaban para denominar algún peñasco grande y alargado que se encontraba aislado ya fuera en un llano o en el mar. Como atractivo cada 21 de marzo miles de turistas acuden a Peña de Bernal para realizar la fiesta místico-religiosa por el Equinoccio de Primavera. Además los sábados y domingos la peña es iluminada en la cara que da al pueblo, lo que define mágicamente sus contornos en la profunda oscuridad de la noche.

Peña de Bernal tiene una altitud de 2,515 metros sobre el nivel del mar y 288 metros de altura, se considera que la formación rocosa tiene una existencia de más de 10 millones de años. Este pueblo se fundó en el año de 1642, cuando varias familias españolas tomaron posesión de las tierras que eran habitadas por indígenas chichimecas, su fuente de subsistencia en la época del virreinato fue la minería. Actualmente se sostiene principalmente del turismo.

En febrero de 2006 el lugar fue catalogado por la Secretaria de Turismo de México como “Pueblo Mágico”, por sus atributos simbólicos, leyendas e historia, debido a la preservación del patrimonio tanto cultural como histórico. Para septiembre de 2009, se inscribieron en la lista de Patrimonio Inmaterial de la Humanidad de la UNESCO: Los Lugares de memoria y tradiciones vivas de los otomí-chichimecas de Tolimán: la Peña de Bernal, guardiana de un territorio sagrado.

No es fácil el ascenso a la cima de Peña de Bernal, pero cuenta con un camino definido en la mayor parte, hay estacionamientos y se pueden encontrar diversos puestos de artesanías, bebidas y antojitos típicos. En el último tramo de aproximadamente 45 metros que es vertical, existen unas varillas en forma de grapas, clavadas en la pared de modo de escalera náutica. Por el tipo de piedra y las posibilidades que ofrece, esta Peña es un atractivo nacional e internacional para los practicantes de escalada en roca.

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