viernes, abril 19, 2024
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Moda sostenible: qué es y cómo funciona

La industria de la moda mueve 2,5 billones de dólares al año en el mundo. Sin embargo, existe una corriente dispuesta a cambiar números por valores: la moda sostenible.

Slow fashion, moda ecológica, moda sustentable, moda saludable, moda lenta o moda ética, bajo todos estos nombres, más o menos acertados, encontrarás moda sostenible, pero, ¿qué es en realidad? ¿Cuál es la auténtica moda ética?

Slow fashion

En 2007 nació el concepto de Slow Fashion de la mano de Kate Fletcher, una mujer inglesa activista, escritora, amante de la naturaleza y de la vida, además de emprendedora. Lo suyo desde luego no era seguir la corriente y se convirtió en pionera.

Kate plantea que es posible producir ropa y vestirnos de forma responsable. La clave, según nos cuenta, está en utilizar el diseño para promover un cambio social.

Kate Fletcher

Tres elementos clave para una moda sustentable

En general, asociamos la moda sostenible con el cuidado del medio ambiente, pero la moda ética no es solo moda ecológica. Para garantizar el equilibrio de cualquier elemento necesitamos tres pilares que lo soporten.

Los tres elementos clave para una moda sustentable son: el cuidado del medio ambiente, el bienestar social y el crecimiento económico.

La moda sostenible, también llamada moda ética, sustentable o slow fashion, es una corriente de pensamiento, diseño, producción y uso de prendas o complementos basada en los siguientes criterios de valor:

  • Minimizar el impacto medioambiental para preservar y mejorar la salud del planeta.
  • Garantizar los derechos laborales primando la transparencia a lo largo de todo el ciclo de vida y recuperación de una prenda.
  • Instaurar una economía circular basada en el crecimiento cualitativo, competitivo, eficiente e innovador frente a al crecimiento únicamente cuantitativo.

Obtención de las materias primas

La base para la fabricación de cualquier prenda es un tejido. Nada que no sepamos, sin embargo, para la moda sostenible no es cualquier tejido.

Los tejidos provienen de fibras extraídas de vegetales, animales o materiales sintéticos. Una vez procesados a través de diversos métodos se convierten en las telas o pieles que componen nuestras prendas y complementos.

Base material de los tejidos

Para que los tejidos sean sostenibles, su base material debe ser alguna de las siguientes:

  • Fibras naturales como el algodón orgánico, el bambú, el cáñamo o el tencel, obtenidas mediante agricultura ecológica.
  • Pieles de curtición vegetal extraídas de ganadería ecológica libres de cromo.
  • Fibras naturales o sintéticas obtenidas a partir del reciclado de tejidos ya existentes o creadas a partir de desechos con procedencia diversa. En este caso es imprescindible minimizar el gasto energético, eliminar el uso de químicos tóxicos y evitar las emisiones de CO2 en su procesado.
  • Fibras compostables. Una vía reciente de investigación y creación de materiales que se degradan convirtiéndose en compost o abono.

Condiciones laborales de los trabajadores

Solo esta debería ser razón suficiente para comprar moda sostenible y condición sine qua non para que lo sea. Por algo la moda sostenible es moda ética.

Controlar todo el proceso de diseño, fabricación, transporte y comercialización para garantizar que se cumplan los derechos laborales y un comercio justo conlleva varios factores:

  • Duración de la jornada laboral
  • Salarios dignos
  • Garantías de seguridad y salubridad
  • La no explotación infantil
  • Dicen que si leemos en la etiqueta “Made in Bangladesh” es muy probable que la prenda se haya fabricado gracias a la explotación de otras personas. ¿Estás de acuerdo?

Moda circular

Llegamos al final para volver a comenzar. De eso va la moda circular de la que tanto se habla: de remendar, de donar, de intercambiar, de reutilizar, de alquilar, de reciclar y también de modificar a través del upcycling.

Se trata de alargar la vida de tus prendas y tejidos. Se trata de ver un valioso hilo de algodón reciclado o una cómoda camisa para regalar donde tú solo ves ropa usada o retales.

En último término, cuando des por terminada la vida de una de tus prendas, tírala a un contenedor adecuado. Seguro que todavía se puede reciclar.

Con información de Green Forest.

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