Erick Becerra
La llegada del Coronavirus (Covid-19) a México y a Puebla dejarán costos incalculables.
Habrá al menos cinco tipos de impactos.
Impacto sanitario. Es el más fuerte, sin duda, porque de ahí parte todo. Si muchos mexicanos se infectan, habrá una crisis sanitaria que prolongará las medidas preventivas o en su caso correctivas.
Económico. Sin duda ya se comienza a sentir el impacto y del económico, y eso que llevamos apenas una semana con una reducida exposición a la vía pública.
Los restauranteros ya sintieron una caída del 50% de las ventas en estos primeros días.
Pero además el comercio en general resintió la ausencia de sus clientes. Es muy notorio.
Impacto psicosocial. Está claro que los mexicanos hemos vivido unas semanas muy raras. La celebración del Día Internacional de la Mujer cimbró a todos con las exigencias que gritaron cientos de miles de mujeres en las calles. Los hombres sufrimos realmente el 9 en que las mujeres no salieron a trabajar ni a la escuela ni a ninguna otra actividad.
Ahora que vemos de nuevo las calles vacías y escasa gente pero además la imposibilidad de besar, dar la mano y abrazar a los amigos y familiares, hay un sentimiento de tristeza que tendrá sus consecuencias en la afectividad.
El impacto político también tendrá lo suyo. El presidente Andrés Manuel López Obrador ha sido muy fuertemente golpeado por la opinión pública y qué decir de la opinión publicada.
Se ha notado insensible -lo fue desde los feminicidios y las exigencias del #9NadieSeMueve pero hoy es fatal.
Relaciones exteriores. Los gobiernos de países con los que tenemos relación por nuestra cercanía geográfica están actuando mejor que el nuestro, y eso seguirá siendo reprochado. Estados Unidos no tarda en echarnos la culpa de contagios, Canadá ya nos bloqueó el acceso, salvo a los jornaleros, y Nayib Bukele puso en entredicho la forma en que estamos atacando la crisis.
De nuevo, el costo político para AMLO será devastador. Pero eso es lo de menos. El costo para México será catastrófico.
No lo quiero espantar, pero viene el peor de muchos años de los que tengamos memoria en México.
Más vale por eso decir en la medida de lo posible #YoMeQuedoEnCasa.
Gracias y hasta el lunes.
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