viernes, marzo 29, 2024
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Los aceites ecológicos ricos en ácidos grasos podrían mejorar la dermatitis atópica

La dermatitis atópica es una afección de la piel con diferentes grados de inflamación, sequedad, eritemas e incluso infecciones. Los principales síntomas de la dermatitis atópica son  el prurito, picor en la zona afectada o todo el cuerpo, y la alteración del sueño que acaba afectando a la calidad de vida.

La dermatitis es una afección que padecen entorno al 10-20% de los niños en la primera década de sus vidas y, aproximadamente, entre el 1-3% de los adultos. Principalmente se trata con medicamentos a nivel tópico, pero las últimas investigaciones destacan que el uso de aceites ecológicos como el aceite de coco virgen, aceite de girasol, aceite de almendras dulces o aloe vera pueden ayudar a mejorar notablemente sus efectos y evitar al mismo tiempo la deshidratación de la piel.

Detalles del estudio

En el estudio participaron 117 niños que sufrían dermatitis atópica leve o moderada que fueron divididos al azar. Mientras el primer grupo se aplicaba aceite de coco 2 veces al día a lo largo de toda la superficie del cuerpo durante 8 semanas, el segundo grupo se aplicaba aceite mineral cumpliendo las mismas pautas.

Los autores determinaron que el grupo que estuvo aplicándose el aceite de coco tenían índices más bajos de perdida de agua transepidermal (70%) y mejoría en la dermatitis respecto al grupo que se aplicaba aceite mineral.

En muchas ocasiones la pérdida del agua transepidérmica se utiliza como una medida objetiva que evalúa el correcto funcionamiento de la barrera de la piel. La perdida del agua transepidérmica se define como la velocidad en la que se pierde el vapor del agua que se encuentra en el cuerpo a través de la piel. Los altos niveles de perdida de agua transepidérmica sugieren una defectuosa barrera de la piel.

Además, entre los resultados concluyeron que el 93% de las personas que formaban parte del grupo que se aplicaba aceite de coco cada día obtuvo mejoría (frente al 53% de las personas que empleaban aceite mineral), el 47% logró una mejoría moderada (frente al 34% del grupo que se aplicaba aceite mineral) y el 46% mostró una respuesta de mejoría excelente (frente al 19% de los participantes que se aplicaban aceite mineral).

El estudio también concluyó que tras 8 semanas de aplicación del aceite de coco la emoliencia de la piel mejoró tanto reduciendo la inflamación como suavizando la piel afectada. Además, 5 de los pacientes que formaban parte del grupo que se aplicaban el aceite mineral experimentaron reacciones adversas como eritemas, prurito o aumento de la superficie donde se presentaba la dermatitis y, finalmente, necesitaron terapias con coticosteroideos tópicos para tratarlos.

Aceites ricos en Ácidos Grasos

Otro estudio realizado en bebés con dermatitis por falta de ácido linoleico reveló que la aplicación tópica de aceites ricos en ácido linoleico como el aceite de girasol puede ayudar a restaurar la barrera cutánea, disminuir la inflamación y mejorar la dermatitis. El aceite de girasol se ha utilizado en multitud de estudios para el tratamiento de la xerosis, sequedad de la piel, con resultados muy prometedores.

El aceite de girasol, al igual que otros aceites vegetales, cuenta con una alta concentración de ácidos grasos como el ácido linoleico (aproximadamente el 60% del aceite), ácido oleico, ácido palmítico, ácido linolénico y ácido esteárico. En diversos estudios se ha demostrado que el ácido linoleico es un ácido graso esencial para mantener el buen funcionamiento de la barrera de la epidermis y proteger la piel de la sequedad.

Finalmente, los investigadores concluyeron que los profesionales deben estar familiarizados con la literatura para poder abordar la afección de manera adecuada. También destacaron el uso de productos puros como el aceite de coco virgen o el aceite de girasol con altos contenidos de linoleato para su uso en el tratamiento de la dermatitis atópica.

El equipo de investigadores también destacó que a pesar de las evidencias, todavía existen pocos estudios y que es necesario profundizar en el ámbito para apoyar el uso de los aceites como un tratamiento complementario para la dermatitis atópica.

Fuente: Grandes Medios

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