viernes, marzo 29, 2024
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Lola Álvarez Bravo, primera fotógrafa profesional mexicana

Los rollos fotográficos fueron la pasión de Lola Álvarez Bravo. El blanco y negro que éstos le proporcionaron, llenaron de dramatismo y profundidad a sus fotografías; imágenes que le dieron el reconocimiento de ser nombrada: la primera fotógrafa profesional mexicana.

El gusto de Lola por la fotografía surgió gracias a Tina Modotti, amiga de Manuel, su esposo; quien había sido deportada. Modotti necesitaba dinero con urgencia y vendió dos se sus cámaras al tambén fotógrafo Manuel, sin saber que una de esas compras enamoraría a Lola. En 1931, Manuel se enfermó gravemente y Lola debió sacar adelante el trabajo de su esposo en la revista Mexican Folkways. Así fue como Lola comenzó su desarrolló en el mundo de la fotografía profesional.

Tiempo después Lola Álvarez logró cierta estabilidad como fotógrafa de la revista El maestro rural, una publicación de la Secretaría de Educación Pública, en ésta descubrió su gusto por el retrato de la vida rural gracias a los recorridos que hacía en diferentes entidades del país. En 1936 inició con la documentación de una obra de «sillería colonial»; el buen trabajo realizado en ese proyecto le valió para ser reconocida por revistas ilustradas y el Instituto Nacional de Bellas Artes y Literatura.

Al regreso de un viaje de trabajo Lola creó la Galería de Arte Contemporáneo. En ese espacio Frida Khalo, su amiga, realizó la primera exposición individual de su obra pictórica, en 1953.

Lola Álvarez Bravo murió en 1993, a los 90 años de edad. Gracias a su trabajo partió siendo reconocida como artista y como la primera fotógrafa mexicana.

Fuente: Cultura Colectiva.

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