jueves, marzo 28, 2024
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Ecuador se sumerge en el caos: el gobierno se va de Quito ante la llegada de miles de indígenas

El Palacio presidencial fue evacuado y el Ejecutivo de Lenín Moreno se mudó a Guayaquil.

Tras la llegada en camiones de cientos de indígenas al parque de El Arbolito en Quito, el palacio presidencial ha sido evacuado. El presidente Lenín Moreno, que mudó su administración a Guayaquil, acusa a su predecesor Rafael Correa de planificar con el presidente venezolano Nicolás Maduro la caída de su gobierno, en un Ecuador sumido en el caos.

El ingreso de miles de indígenas a la capital ecuatoriana relanzó las protestas (iniciadas la semana pasada por la suba del aumento de los combustibles) y la represión policial generando un clima de incertidumbre que obligó al presidente a anunciar en las últimas horas la evacuación del Palacio de Carondelet y el traslado de su gobierno a Guayaquil.

Desde esa ciudad, Moreno brindó un discurso a la ciudadanía trasmitido por televisión y radio para pedir calma y tender la mano a los grupos sociales, y al mismo tiempo, señalar al ex presidente Rafael Correa como el artífice de un supuesto «intento de golpe de Estado».

«Lo que ha sucedido no es una manifestación social de protesta frente a una decisión de gobierno. Aquí hay una manifestación política para romper el orden democrático», acusó Moreno antes de apuntarle a sus tradicionales oponentes estos dos últimos años.

Y agregó que hay «individuos externos pagados y organizados» para utilizar la movilización de los indígenas con fines de saqueo y desestabilización.

Correa responde

El ex presidente Rafael Correa no tardó en responder. «Dicen que somos golpistas, que queremos desestabilizar el Gobierno. Los golpistas han sido ellos, que han roto la Constitución cuantas veces le ha dado la gana», dijo.

Correa apuntó que «la salida democrática para este problema» está en la Constitución y pasa por convocar elecciones, una potestad de la que dispone tanto el presidente como la Asamblea Nacional –si se logra una mayoría de dos tercios– en caso de una «conmoción social» como la que vive Ecuador estos días.

«Así se resuelven los conflictos en democracia en las urnas», explicó el ex presidente, que se refugia de cargos de corrupción en Bélgica, donde vive con su familia.

Hace apenas dos días, el gobierno de Ecuador pensaba haber sorteado lo más difícil de la crisis tras negociar el fin de la huelga de los transportistas, movilizados por la suba de la nafta. Sin embargo, el clima empeoró.

Tras la eliminación de los subsidios a los combustibles, el precio del pasaje de colectivo urbano debería subir de 5 a 10 centavos, según los cálculos del gobierno. El precio para personas de la tercera edad y estudiantes debe mantenerse. Los pasajes interprovinciales podrían subir hasta un tercio. En cadena nacional, el presidente justificó las medidas y lanzó un llamado al diálogo.

Pero tras la multiplicación de saqueos en empresas lecheras, floricultoras, haciendas de brócolis en varias provincias andinas del país, el gobierno denunció una tentativa de desestabilización.

“Algunas plantaciones de flores hoy en la mañana han sufrido la entrada de personas violentas para sacar a sus trabajadores y obligarlos a plegarse a la marcha. Eso no es protesta social”, dijo este lunes a la tarde Juan Sebastián Roldán, el secretario particular de Moreno.

Indígenas llegan a Quito. / AP

Durante el lunes miles de indígenas consiguieron ingresar a la capital ecuatoriana para sumarse a las masivas movilizaciones que suceden desde la semana pasada y que mutaron de una protesta contra de las políticas de ajuste ordenadas por el Fondo Monetario Internacional en una crisis institucional y política de magnitud.

Al igual que en las sucedidas días atrás, las protestas de este lunes en Quito tuvieron como protagonistas a grupos de izquierdas, sindicalistas y jóvenes de distintas afiliaciones políticas de oposición, a los que se sumaron los primeros miles de indígenas que consiguieron ingresar a la ciudad donde está convocada una movilización para este miércoles.


Campesinos e indígenas llegan a la plaza Santo Domingo en Quito. / AFP.

Más tarde, el régimen ordenó el desalojo del palacio presidencial en un centro histórico cercado por manifestantes y defendido por tanquetas. Moreno decidió instalar la sede del gobierno en la ciudad costera de Guayaquil dónde los grupos indígenas tienen menor presencia.

Rodeado de su vicepresidente, del ministro de Defensa y del Estado Mayor de las Fuerzas Armadas y de la Policía, el presidente ecuatoriano indicó que mantendrá las medidas económicas tomadas la semana pasada y acusó a su predecesor: “¿Acaso creen ustedes que es coincidencia que (Rafael) Correa, Virgilio Hernández, (Ricardo) Patiño, (Paola) Pabón hayan viajado al mismo tiempo hace pocas semanas a Venezuela? El sátrapa de (Nicolás) Maduro ha activado junto con Correa su plan de desestabilización”, afirmó.


Las protestas del lunes en Quito. / dpa.

Frente a las acusaciones de hacer el juego del ex presidente Correa, la Confederación de Nacionalidades Indígenas del Ecuador tomó distancias de éste, de sus antiguos ministros y partidarios acusados de oportunistas.

Afirmó no tener nada que ver con la tentativa de decenas de manifestantes de ocupar la Asamblea Nacional y la Procuraduría, donde reposan elementos de una indagación de corrupción en contra de Correa conocida como el caso Arroz Verde.

Clarín.

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