Las dos son maravillosas para endulzarte el paladar, pero ¿cuál es mejor para tu salud?
Mantenerte sano significa hacerte preguntas sobre tu alimentación y tomar buenas decisiones: ¿es mejor beber café o té? ¿Los carbohidratos son buenos para mí? Sobre todo, ¿es el azúcar morena mejor que el azúcar blanca?
Muchas personas suelen pensar que el azúcar morena es mejor para la salud. “Las personas llegan y me dicen que sí, que le pusieron dos cucharadas de azúcar a su café, pero que como era azúcar morena entonces no hay problema”, dice Shira Sussi, dietista de Brooklyn. La verdad es que… sí hay problema. No sería nada distinto si le pusieras dos cucharadas de azúcar blanca.
Existen dos tipos de azúcar morena, según Sussi: la procesada y la natural, que aún contiene los jugos de la caña, aunque también está el azúcar morena refinada, que es básicamente azúcar blanca con una capa de jarabe de melaza. Todos estos tipos de azúcar tienen distintos porcentajes de sacarosa, glucosa, fructosa, minerales y agua.
Sus sabores y texturas son distintos. Para Sussi, el azúcar morena es la más fuerte en cuanto a sabor. Pero todas tienen prácticamente el mismo efecto sobre tu salud.
“Al comparar el azúcar morena con el azúcar blanca, las dos son prácticamente idénticas en cuanto a nutrición”, dice Alida Iacobellis, de ALIVE Nutrition Solutions. “El azúcar blanca está ligeramente más procesada que el azúcar morena; con el azúcar morena el proceso de refinamiento se interrumpe antes de que se pierda toda la melaza. Por esto tiene un sabor y un color más intenso”.
Iacobellis dice que, debido a cómo se obtiene, el azúcar morena termina con más minerales como calcio y potasio, mientras que el azúcar blanca es pura sacarosa sin vitaminas ni minerales. El jugo natural del azúcar morena también hace que tenga un sabor más intenso, por lo que quizá utilizarás menos, dice Hailey Crean, dietista y educadora certificada sobre diabetes del Hailey Crean Nutrition.
Pero eso no quiere decir que puedes consumir toda el azúcar morena del mundo. Crean recomienda que te restrinjas a los 50 gramos diarios que recomienda la U.S. Dietary Guideline, sea del tipo que sea.
Fuente: Selecciones Reader’s Digest
