En la mañana del 17 de diciembre de 1903, en un remoto pueblo pesquero en las colinas de Kill Devil en Carolina del Norte, Estados Unidos, dos hombres lograron su sueño y el de muchos otros. Tras 4 años de experimentos, lograron hacer el primer vuelo, los hermanos Wright el cual duró 12 segundos, en su avión, el «Wrigth Flyer», un aparato más pesado que el aire y solo impulsado por la fuerza de su pesado motor, recorrió 36 metros, aunque no se elevó más que unos pocos centímetros del suelo y no se estrelló.
Aquella mañana de invierno, Orville Wrigth estaba al mando del Wrigth Flyer, mismo que había construido en su taller de bicicletas de Dayton, Ohio junto a su hermano Wilbur. El mérito de Orville y Wilbur Wright fue resolver los problemas aeronáuticos pendientes desde que, según la leyenda, Ícaro levantó el vuelo del laberinto del Minotauro con unas alas de cera. Por un lado, basaron la maniobrabilidad de su aparato en la torsión de los extremos de las alas. Por otro, dado que no existía un motor de explosión tan potente y ligero como el que necesitaban, lo construyeron ellos mismos.
Orville y Wilbur Wright se interesaron desde jóvenes por la posibilidad de volar. Su afición y los estudios del alemán Otto Lilienthal, que entre 1891 y 1896 realizó más de dos mil pruebas con planeadores sin motor, les sirvieron para construir sus prototipos en el taller de bicicletas que regentaban en Dayton.
Una vez que tuvieron la nave casi terminada se fueron a las colinas de Kill Devil, el lugar de sus anteriores fracasos. Ese día, con un viento de 38 km/h, el “Wrigth Flyer I” realizó cuatro vuelos, el último de 59 segundos, que supuso el inicio de la aviación moderna. En la actualidad los aviones son capaces de volar kilométricas distancias sin escalas hasta 18 horas seguidas, los hermanos Wright se convirtieron en los pioneros de la aviación moderna, después de estudios, trabajos de construcción y fracasos.
El primer aeroplano tripulado de la historia estaba construido con madera de abeto y fresno. Las alas estaban desarrolladas con finos listones de madera, recubiertas de tela de muselina y unidas por tensores de hilo de acero. El motor, construido de forma íntegra por los hermanos Wright, era de cuatro cilindros y refrigerado por agua. Se alimentaba de gasolina, desarrollaba una potencia de 12 caballos y pesaba 90 kilos.
Tan sólo cinco espectadores y un perro contemplaron el 17 de diciembre de 1903 el primer vuelo tripulado de la historia, que duró 12 segundos y recorrió 36 metros. Este suceso registrado en la cámara de John Daniels, ha sido una de las imágenes más reproducidas de todo el siglo XX. Su protagonista, el Wrigth Flyer I, fue restaurado en 1985 y desde entonces descansa en el Smithsonian Milestones of Flight, en Washington, Estados Unidos. Tras el éxito del Wrigth Flyer I, los hermanos desarrollaron nuevos diseños, uno de ellos cubrió, en 1908, cien kilómetros en sólo dos horas.
Ricardo Rugerio
